La Gobernación de Antioquia oficializó ante la comisión de la Cámara de Representantes la petición de un concepto técnico sobre la oportunidad y conveniencia para la creación de las áreas metropolitanas del Oriente antioqueño y Urabá.
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Este paso resulta crucial para saltar a la siguiente fase que sería la realización de consultas entre los habitantes de las citadas subregiones, un proceso que deberá realizarse en un lapso comprendido entre los tres y los cinco meses posteriores a que se produzca una opinión favorable por parte de la Comisión Especial de Seguimiento al Proceso de Descentralización y Ordenamiento Territorial (COT) de esa célula congresional y que además pase el mismo examen en su equivalente del Senado.
La argumentación de tipo técnico, económico y social ya fue expuesta por el director del Departamento Administrativo de Planeación (DAP), Eugenio Prieto Soto, de acuerdo con los lineamientos de la Ley 1625 de 2013. En esa socialización también participó el director de Planeación Territorial, Rolando Castaño Vergara.
La consulta deberá ser programada por la Registraduría Nacional del Estado Civil en los municipios del Valle de San Nicolás y los de Urabá, para que sea la ciudadanía la que decida.
Este tema ha sido motivo de controversia en las regiones. En cuanto al Área Metropolitana del Oriente Antioqueño, la Gobernación y otros promotores el sector privado y educativo han señalado que ordenar los municipios de esta subregión es una tarea cada vez más urgente a raíz de la expansión urbana que esta viene protagonizado en las últimas décadas.
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Esto, en su concepto facilitaría la estructuración de proyectos de movilidad, medio ambiente y ordenamiento del territorio, entre muchos, en los cuales se articulen los diferentes gobiernos locales.
Sin embargo, la idea despierta prevenciones en el territorio porque desde algunos municipios el futuro ente ha sido visto como una oportunidad para que se concentre más poder en Rionegro o que otras figuras ya existentes, como la Provincia de Aguas, entren en conflicto.
En el caso de Urabá, la propuesta ha tomado más fuerza a partir de proyectos subregionales como los puertos marítimos que entrarían en operación este año y la construcción de las concesiones Mar 1 y Mar 2, con las cuales disminuiría el recorrido desde Medellín a solo cuatro horas.
Ello trae nuevos retos en materia vial, de servicios públicos, educación e infraestructura, entre otros que exigen acciones de conjunto.
Esta no es la primera vez que se propone crear áreas metropolitanas para subregiones como el Urabá o el Oriente antioqueño, los dos núcleos económicos que más aportan al PIB departamental luego del Valle de Aburrá.
En 2016, durante los primeros meses de la administración del exgobernador Luis Pérez, varios mandatarios y hasta entes como la Cámara de Comercio de Urabá ya habían expresado su intención de avanzar en una integración.
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Aunque la idea inicial apuntaba a que los municipios que integran el Eje Bananero (Apartadó, Carepa, Turbo y Chigorodó) constituyeran la base de la institución, la idea terminó diluyéndose, entre otras cosas, por los grandes umbrales de participación que la ley exigía para crear la figura: un 25% de participación del censo electoral, cuando los alcaldes proponían que fuera de un 5%, tal como fue modificado en 2019.
