Un cambio total en múltiples aspectos cotidianos es lo que ha dejado a su paso la pandemia global a causa de la covid-19, una situación sin precedentes que obligó a cambiar nuestro estilo de vida por uno donde la interacción humana se trata de evitar a toda costa y los hogares son los nuevos resguardos para prevenir el contagio.
El trabajo, el estudio, las reuniones y hasta lo eventos se trasladaron a las casas, que a lo largo del año han debido adaptarse para servir como otros espacios para los que no fueron pensadas.
Se crean entonces viviendas multipropósito, que deben servir de oficina, de gimnasio, de colegio o de restaurante, por mencionar algunos. Sin embargo, adaptar la casa puede ser un trabajo tedioso o costoso que a muchos tomó por sorpresa y que por lo general hace ver un exceso de elementos innecesarios en el hogar.
“Hay que desprenderse de cosas que no nos permiten utilizar el espacio de forma óptima, pero no es simplemente botar a la basura, sino ser conscientes del impacto ambiental que ha tenido cada objeto y donarlos o venderlos para aprovechar su vida útil. También optimizar cada zona, ver valor en rincones pequeños a los que antes no se les veía tanto potencial y que ahora pueden convertirse en gimnasios, lugares de meditación o zonas de descanso”, opina Daniela Correa Morales, arquitecta de la universidad Santo Tomás y estudiante de artes plásticas.
Transformar los interiores
En caso de que cuente con el espacio, según la experta es un buen momento para iniciar una huerta casera. Independientemente de su tamaño, es una buena alternativa para mantenerse ocupado, conseguir alimentos frescos y orgánicos y hasta darle un uso a residuos con los que se puede generar compost casero.
Si el inmueble es pequeño y no se tienen las herramientas, los materiales o el espacio para ampliarlos, la pintura de color blanco es una buena opción. “Permite el aprovechamiento de la luz natural, combina con cualquier decoración, hace que los espacios se vean y se sientan más amplios y da la sensación de limpieza”, acota Correa. Incluso, dice, para evitar la saturación o perforación de las paredes, existen tendencias minimalistas que sugieren reposar los cuadros o los espejos en las paredes, ubicándolos en estantes, mesas o repisas.
Por su parte, Camila Molina Mercado, arquitecta de la UPB, destaca el uso de los balcones como zonas de relajación y que aportan a la ventilación del hogar. Allí es importante ubicar vegetación para dar una sensación de tranquilidad, además de ser una zona que posibilita el contacto con la luz solar y, por consiguiente, genera bienestar.
Molina también resaltó la importancia de un nuevo mueble, el recibidor, que se ubica en la entrada para dejar los zapatos, el morral o la ropa y realizar todo el proceso de desinfección.
“Es algo que surgió nuevo en esta cuarentena y con lo que nos toca aprender a vivir. Ahora todas las marcas de mobiliario los están fabricando. Para la cocina también es recomendable disponer de un espacio ordenado que nos permita desinfectar y guardar”, señala..