En el 2000 a.C. los egipcios usaban el aroma de la canela para rituales, y en el Antiguo Testamento es mencionada como ingrediente.
Durante la Edad Media la canela era símbolo de estatus y solo podía adquirirla la clase noble. Su alto precio se debía a que el origen de la canela fue secreto de los comerciantes árabes hasta principios del siglo XVI, pero tras los portugueses descubrir la canela de Ceilán, actual Sri Lanka, y librar diferentes guerras por la conquista del reino de la apetecida especie, hacia 1800, la canela ya no era una mercancía cara ni escasa y su cultivo ya se daba en otras partes del mundo.
En polvo o en rama, la canela es usada para sazonar y adornar platos. Además, es un ideal acompañante de bebidas calientes.
A ella se le atribuyen propiedades medicinales como las de ser tonificante, digestiva, antioxidante y también afrodisíaca.
Actualmente existen dos tipos de canela, procedentes de la corteza de las ramas más jóvenes del árbol canelo.
Canela Ceilán. Sigue siendo el tipo de canela más apetecida por su sabor suave y dulce, lo que la hace popular en la repostería, así como para acompañar bebidas calientes como el café. (Para saber más sobre técnicas de preparación de café lea: Chemex, diseño que logra el mejor café)
Canela Cassia. Se cultiva principalmente en Indonesia. Tiene corteza más clara y dura, un sabor más picante y un olor mucho más fuerte. Es más económica y por eso es la que generalmente se consigue en el mercado.
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