El Ministerio de Salud y Protección Social estableció a mediados de este año que las segundas dosis de Moderna, Pfizer y AstraZeneca debían recibirse 84 días después de la primera.
Sin embargo, hace poco cambió la indicación: cada una de las tres vacunas podría tener su segunda dosis a los 30 días de aplicada la primera.
Estos cambios en los tiempos también se han dado para las dosis de refuerzo. ¿Qué pasa? ¿Eso sí se puede?
Primero, ¿son seguros?
Ninguna decisión que pueda poner en riesgo la salud de la población se toma de forma arbitraria o por “capricho”. Siempre hay detrás estudios científicos que garantizan la seguridad.
El docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Pablo Patiño, PhD en Ciencias Básicas Biomédicas, señala que para las vacunas contra covid hubo ensayos clínicos con distintos intervalos de tiempo. Y se siguieron haciendo conforme avanzó el tiempo, de hecho así se corroboró que con un intervalo mayor puede haber mejor respuesta. No obstante, Patiño agrega que ante eso está la disminución de riesgos: se decide no esperar tanto entre dosis porque con una sola hay menos protección.
Por su parte, John Mario González, inmunólogo, docente y coordinador del Laboratorio de Ciencias Básicas Médicas de la Universidad de los Andes, explica que en un principio los intervalos fueron cortos por la premura de la emergencia. “Por ejemplo, AstraZeneca, que tenía su segunda dosis a los 28 días, fue la primera en pasarla a 84”.