x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

¿Los universitarios están aburridos con la virtualidad?

Aunque hay universitarios desmotivados, MinEducación no espera cifras altas de deserción por la pandemia.

  • El entorno estudiantil universitario cambió en este 2020. La virtualidad es ya una herramienta común. FOTO Jaime Pérez
    El entorno estudiantil universitario cambió en este 2020. La virtualidad es ya una herramienta común. FOTO Jaime Pérez
30 de octubre de 2020
bookmark

Al principio, en marzo de este año, cuando se cerraron las universidades para proteger a la población de la covid-19, Valentina Mosquera, estudiante de ingeniería civil, aprovechó para descansar y tratar de recibir esas primeras semanas de pandemia de la mejor manera, cuidándose en casa.

El Gobierno Nacional le dio a todas las instituciones educativas el tiempo necesario para planear acciones pedagógicas de flexibilización, ajustes curriculares y en general la forma de desarrollar las actividades académicas en la emergencia sanitaria. A la hora de volver a estudiar nada era conocido para ella y los demás estudiantes que vivían su experiencia académica desde la presencialidad. “Era una nueva forma de ver las cosas”, cuenta ella, quien fue adaptándose a esa realidad aunque con algunos desencantos: “Los laboratorios, por ejemplo, poco me gustaron virtuales”.

Una suma que agota

Siete meses y medio después Valentina se une al 57,7 % de estudiantes que respondieron la encuesta de EL COLOMBIANO (ver gráfico) y ya no quiere más clases virtuales. “Nunca había sentido una pantalla como una barrera”, cuenta la joven de 19 años.

Esa sensación es normal, según explica Luis Eduardo Cuervo, psicólogo-educador del Ceipa, “el estudiante que pasó de la presencialidad a la virtualidad ya está cansado. Recibir clases en una pantalla y además hacer tareas en el computador, investigaciones y más, es difícil y a eso le sumamos una socialización vital en esa etapa universitaria que no han podido tener. Lo interesante es entender que la desmotivación es global, esto le cambió la rutina a trabajadores, padres e hijos, familias enteras”.

También influye el entorno y los múltiples distractores en casa. Franklin Díaz Cárdenas, jefe de Bienestar Institucional de la Universidad CES, detalla cómo en las atenciones personalizadas que han hecho a sus estudiantes encuentran cómo la familia, en ocasiones, no asimila que el joven está en una clase virtual y “nos pasa mucho que los papás los mandan a hacer oficio mientras están en plena clase” o, como indica Cuervo, terminan la clase virtual y creen que ya se desocuparon y en ocasiones no es así. Por eso añade Díaz Cárdenas que es vital que las familias comprendan que el estudiante está en un proceso académico, “termina clases y debe preparar trabajos”.

Alexandra Velandia Ramos, subdirectora nacional de orientación y permanencia estudiantil de Areandina, le agrega un factor emocional a esta desmotivación. “Se llega a un punto en el que ya no quieren estar encerrados, están agotados y tienen una carga de sobreinformación que llega por las redes sociales, celulares y más pantallas que les genera ansiedad, estrés y se sienten afectados por la dinámica, eso sin contar a quienes pierden seres cercanos por la pandemia y tienen que enfrentar momentos fuertes”.

Territorio desconocido

Esos factores sociales y emocionales, más un tema socioeconómico (falta de dinero para pagar una matrícula) y la baja o poca conectividad (que genera inasistencia a clase) pueden influir en la deserción escolar que el Ministerio de Educación Nacional calcula para las Instituciones de Educación superior (IES) en inferiores al 10 % para este segundo semestre del año. Una cifra sin muchas diferencias a lo que ya se venía presentando (ver Radiografía)

Pero esto ha sido también algo nuevo, particular y emocional para los docentes. El psicólogo del Ceipa, el jefe de Bienestar del Ces y la rectora de la Institución Universitaria de Envigado, Blanca Echeverri Londoño, comentan cómo ese nuevo rol de la virtualidad para los profesores ha implicado retos personales, porque la concepción del modelo educativo que había hasta el 16 de marzo tuvo que cambiar con capacitaciones en herramientas digitales, exigencias y atenciones virtuales con cada estudiante, y a eso se suma ese acompañamiento presencial que tanta falta hace entre maestro y alumno y que no se da. “Nada va a suplir el uso de los ambientes académicos, el sentarse a conversar con el otro”, detalla Echeverri.

Algo similar piensa el profesor Jhon Jairo Carvajal, docente de la Institución Educativa Visión de las Américas. “la presencialidad, la socialización y el encuentro físico tienen un rol importante”. Y al hablar de los maestros cuenta como, por ejemplo, la planta de docentes de su trabajo, a la par de dar clases, hacen un diplomado en el uso de herramientas, “para que cada clase no se convierta en una conferencia en línea, y poder generar interactividad y conexión con el estudiante, que haya interacción en producción de contenidos”.

Desde las universidades

En la mayoría de estas instituciones trabajan para atender a los estudiantes y docentes y evitar deserciones, “es que cuando se deja el ciclo académico hay más riesgo de no continuar que de volver”, puntualiza la rectora Echeverri.

Cuenta Ana Tamayo, directora del programa de Permanencia de la Universidad Pontificia Bolivariana, que por eso en su caso, los directores de cada programa están atentos cuando un estudiante tiene dudas o insatisfacción con algún aspecto del modelo virtual, el de alternancia, o las modalidades de los cursos, para acompañarlos y asesorarlos y evitar la partida. “La principal estrategia ha sido la cercanía y la empatía con ellos y estar muy pendientes de sus casos. Hacemos seguimiento a la inasistencia, estamos atentos a que tengan conectividad, a brindarles apoyo para que puedan continuar”.

Desde el Areandina, cuenta Velandia, se desplegó el equipo psicosocial para atender las “levantadas de mano” de los estudiantes, pero como no todos piden ayuda también trabajan con la comunicad académica para identificar alertas, “por eso son muy importantes las redes de apoyo”.

El acompañamiento psicológico ha sido vital para el CES, “y se han incrementado las consultas y asesorías por muchos motivos: ansiedad, estrés, angustia del covid-19. Además de los psicólogos está el programa de psicopedagogía para todo lo que tiene que ver con métodos de estudio y manejo del tiempo”.

Las universidades consultadas tienen sus programas de acompañamiento, de actividades lúdicas, recreativas, culturales, de intervencion psicológica y como dice la rectora Echeverri hay que darle solución a los extremos, a los estudiantes que ya no soportan la virtualidad como a los que aún tienen miedo de salir porque la pandemia no se ha acabado.

Y mientras siga así las universidades aprovechan el modelo con el reto de no decaer en calidad. “El proceso de enseñanza y aprendizaje se ha transformado por todo lo que está sucediendo, pero hay que verlo como una gran oportunidad”, detalla Velandia, quien agrega que con lo que sucede hoy hay elementos para aportar, “para construir un proceso de aprendizaje efectivo y significativo porque responde a los desafios y necesidades que viven tanto estudiantes como sociedad en general”.

La mayoría continúa con clases virtuales y aplican la alternancia para las clases que así lo ameriten como las prácticas y laboratorios, siguiendo los protocolos de seguridad exigidos.

De toda esta experiencia que ha traído 2020 confiesa Valentina que a pesar de la desazón actual ha recibido lecciones que le acompañarán toda su vida, como la necesidad de sacar espacios de descanso que son necesarios para su bienestar y el ser responsable con su proceso educativo. “Es ser consciente de que todo depende de mí y de que estoy aprendiendo”, y así no vea la hora de que la virtualidad total termine, ella seguirá con su proceso académico, que le parece muy importante. Este año pasará a la historia como ese que a todos les movió la vida de alguna manera.

Infográfico
Estudiar desde casa, todo un reto
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida