Usar tacones en pandemia, ¿por qué es tan difícil?

La comodidad ganó espacio en la pandemia. Conozca los riesgos del mal uso de estos zapatos.

Un calzado adecuado es aquel que al dar el paso no aprita o incrementa el riesgo de lesiónes. Se aconseja que sea un zapato amplio para que se pueda articular correctamente. FOTO SSTOK
Las azafatas de SkyUp Airlines dejaron los tacones y ahora usan los tenis Nike Air Air 720, un calzado ergonómico fabricado por iniciativa de la empresa. FOTO SkyUp

Entre los cambios recientes en la vida cotidiana está el calzado. Un ejemplo: la aerolínea Sky Up de Ucrania dejó atrás el protocolo de los tacones que durante tantos años usaron las azafatas para decirles sí a los tenis.

El podólogo mexicano Carlos Alberto Mondragón señala que esta fue una decisión acertada y pensada en el bienestar. “Seguramente reducirá los riesgos de lesiones en el personal, entendieron que hay que trabajar en las condiciones adecuadas”. Los uniformes en el sector de la aviación se están transformando a raíz de los cambios en los códigos de vestuario, dice Ángela Useche, consultora de moda. “Aceptamos que las personas que desempeñan estas actividades fácilmente pueden estar en tenis o zapatos bajos sin perder la elegancia”.

Las azafatas de SkyUp Airlines dejaron los tacones y ahora usan los tenis Nike Air Air 720, un calzado ergonómico fabricado por iniciativa de la empresa. FOTO SkyUp

Luego de revisar este panorama, hay otra situación: la pesadilla que viven quienes en la pandemia archivaron los tacones por el teletrabajo y ahora les cuesta retomar su uso.

Useche explica que esta dificultad se presenta por varias razones. Una es la tranquilidad que transmite el calzado cómodo, con el que el cuerpo y la mente se acostumbraron por usar con mayor frecuencia en casa zapatos deportivos, pantuflas o sandalias.

Otro argumento: en la pandemia los códigos de vestuario se rompieron. “Cambió la forma cómo nos vemos y sentimos, por eso ha sido difícil retornar a lo que éramos dos años atrás, fue una comodidad que gustó muchísimo”.

Mondragón indica que volver a los tacones para algunos ha sido complejo porque “es un zapato que no ha evolucionado y afecta el movimiento biomecánico”, es decir, al meter el pie en un zapato inadecuado no completa sus funciones motrices. La experta agrega que “no hay prisa de regresar” y que en la actualidad hay dos tendencias: quienes quieren usarlos, y quienes le apuntan a la tranquilidad.

Explica que los tacones no desaparecerán, “habrá mucha gente que los seguirá usando”, sin embargo, resalta que la industria está atenta para presentar alternativas. “Los tenis ya son un básico exclusivo, se buscan elementos diferenciadores en la suela, forma, cordones y colores, su desarrollo abrió un espacio gigante, se dieron el permiso de involucrar otras cosas en la estética”.

¿Y la salud de los pies?

Un estudio del Colegio Americano de Cirujanos del Pie y Tobillo reveló que entre 2002 y 2012 se atendieron 123.355 lesiones relacionadas con tacones altos en los departamentos de emergencia de Estados Unidos, donde el 95 % de las pacientes fueron mujeres.

El podólogo Mondragón dice que entre las causas por las que más se reciben cirugías de pie, en el caso de las mujeres, es por hallux valgus (juanetes), alteración que se presenta por meter el pie en un zapato inadecuado: se desvía el hueso y hace que se deforme y duela.

“Los huesos anteriores a las falanges (metatarsos) se ven afectados por utilizar un zapato anatómicamente no adecuado, lo que ocurre es que se oprimen las cabezas metatarsianas causando un dolor puntual”. Señala que actualmente son comunes las consultas por fascitis (inflamación del tejido fibroso) que se presenta, por ejemplo, por uso excesivo de chanclas o por estar descalzos mucho tiempo, “al no proteger la parte de la planta esta se inflama”.

“Después de que las personas durante casi un año metieron los pies en zapatos con innovación tecnológica (tenis) y regresaron a los tacones manifiestan que ahora los pies les duelen porque hay una rotación de los tendones, se acorta el movimiento y genera lesiones”. El especialista dice que al elevar la parte talar se puede producir hiperlordosis (curvatura excesiva de la columna vertebral en la espalda baja) que genera desgaste de vértebras, lumbalgia y síndrome piramidal (dolor en la parte profunda de los glúteos).

Además, en las personas que no son simétricas de longitud de piernas se puede presentar pubalgia (dolor en la zona del pubis) porque “pisa con menos superficie de apoyo y se sobrecarga la parte del pubis”. Otra lesión por uso excesivo de tacones es la tendinitis aquiliana (sobrecarga del tendón de Aquiles).

El neuroma de Morton se presenta por la forma puntuda del tacón que hace que se reduzca el rango articular de los metatarsos y se dé un cruzamiento del nervio que produce dolor alto. Mondragón indica que “usar tacones es tan malo como recomendar una cajetilla de cigarrillos, lo mejor es no ocuparlos, sin importar la marca, para no hacerse daño”.

Mientras que Ángela Useche manifiesta que la moda se mueve por la subjetividad. “Considero que los tacones se demorarán un poco en volver a ser ese objeto del deseo que todas queremos, dependemos del movimiento de la pandemia”.