En algún momento Honoré de Balzac dijo que todos los hombres comen, pero son pocos que saben hacerlo. Esta verdad, del tamaño de una catedral, se viene a la mente al tener al frente comida que despierta las emociones estéticas. Eso precisamente es lo que pasa con la oferta de los 37 restaurantes reunidos en la tercera edición de Envigado al plato, un festival que pondrá culinaria de primer nivel al alcance de la mayoría. El evento, que comenzó el 10 e irá hasta el 30 de marzo, tiene un panorama gustativo que incluye las comidas mexicana, mediterránea, argentina, colombiana y oriental. Por supuesto, en las opciones no faltan las hamburguesas, las pizzas, los pescados y mariscos, entre otras delicias.
“Este festival tiene menús especiales en tres tiempos para dos personas, con precios que oscilan entre $59.900 y $159.900 pesos”, se lee en el comunicado oficial del evento. Según Catalina Giraldo, vocera del festival y directora de mercadeo de Barbacoa, las anteriores ediciones han llevado a más de cincuenta mil comensales a los restaurantes de este municipio del sur del valle de Aburrá que se han sumado a la iniciativa. Las predicciones para este año son las de superar esas cifras, entre otras cosas porque ahora son más los sitios de venta de comida que le dijeron sí al proyecto. La oferta de este año está presente en los sectores de La Buena Mesa, El Dorado, La Magnolia, Viva Envigado, Calle Jardín, Mall la Sebastiana, Mall Otraparte, San Mateo y el barrio Mesa.
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Un viaje gustativo por la Buena Mesa
EL COLOMBIANO recorrió la Buena Mesa con la intención de rastrear la oferta de este festival. La idea fue corroborar la vigencia de las recetas típicas –los infaltables fríjoles– y la influencia de cocinas de otras partes del mundo.
Con el tiempo la calle de la Buena Mesa se ha convertido en uno de los epicentros gastronómicos del sur del valle de Aburrá. Con la peatonalización de la calle, los turistas extranjeros, nacionales y los habitantes de Envigado y de Medellín han convertido este sitio en un escenario de la vida nocturna familiar de la región.
A principios de los ochenta, José Orlando Montes impulsó la vocación gastronómica del sector con la fundación de El Trifásico. Esto lo dice Maryory Montes Arguelles, hija de José Orlando y actual gerente del restaurante. “La comida de El Trifásico es supertradicional. Nos diferenciamos por una bandeja deliciosa y un chicharrón de cien patas”, dice Maryory. En los días del festival este sitio de comidas ha dispuesto un precio especial para sus frijoles, el arroz paisa y la trucha. No hay duda que la dupla frijoles con chicharrón ocupan el primer puesto del top de gustos antioqueños. Al menos así lo cree Maryory, guardiana de la tradición de una familia envigadeña.
Casi al frente del restaurante de Maryory está Barbacoa, un santuario de las hamburguesas. Es más, en palabras de Catalina Giraldo, este es uno de los primeros lugares en que se vendieron hamburguesas artesanales en el área metropolitana.
Su hamburguesa crispy pork es una de las joyas de la corona de la comida de la zona. Por ese motivo, junto a las costillas Cadillacs y un plato “Pa dipear”, está en la oferta de Envigado al plato con un precio de 109.900 pesos. “Manejamos más de 50 tipos de cervezas, desde las nacionales hasta las importadas”, cuenta Catalina. El hecho de comenzar este recorrido con dos mujeres no es gratuito: tanto Maryory como Catalina afirman que son muchas las que están al frente de los restaurantes de la zona.
Estos no son los únicos nombres de tradición culinaria. A pocos metros de Barbacoa está Olivia. El restaurante fue fundado hace más de una década con la idea de ofrecer un menú que combinara lo mejor de la cocina mediterránea con un enfoque en la calidad y frescura de los ingredientes. El chef Daniel Hinestroza menciona que Olivia comenzó su andadura con pizzas. Sin embargo, con el tiempo, amplió su oferta, introduciendo una variedad de platos extranjeros. Para esta ocasión de Envigado al plato tiene lista una combinación de fugazzetta, queso parrillado y atún y humus.
En esta arteria gastronómica, El Trifásico, Barbacoas y Olivia son una prueba de variedad. Los tres han sido piezas clave en el crecimiento de la cocina local, ofreciendo a los comensales una fusión de tradición e innovación.
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Los números del buen paladar
El festival Envigado al plato ha asumido el papel de motor económico para el sector gastronómico local, impulsando el crecimiento del área. En su segunda edición, realizada el año pasado, el evento generó ventas superiores a los $354 millones, que representó un aumento del 3.5% en comparación con la primera edición. Para la edición de este año, se proyecta un crecimiento de 25% en las ventas, lo que subraya la relevancia del evento como un dinamizador de la economía, el turismo gastronómico y la generación de empleo en el municipio.
Para Catalina Giraldo, vocera del festival, “Envigado al plato no solo tiene un impacto directo en los restaurantes, sino que también genera un efecto encadenado positivo para todo el sector gastronómico de la región. Con este evento, posicionamos a Antioquia como el epicentro gastronómico de Colombia, y nuestro objetivo es que Envigado se convierta en un referente de los grandes festivales gastronómicos del país.”
Además de la variada oferta culinaria, el evento no solo se limita a la gastronomía, sino que también incluye una serie de actos culturales programados para los sábados 15 y 22 de marzo en la calle de la Buena Mesa, con el propósito de reforzar la identidad local y consolidar la zona como un punto de encuentro social y gastronómico. Este enfoque busca no solo atraer a los comensales, sino también promover a Envigado como un destino turístico atractivo para los visitantes locales y extranjeros.
De nuevo, un pensamiento de Balzac: la comida da aliento para la vida, claro. Pero también le da sentido a la existencia.
