El 29 de febrero es una fecha especial. A diferencia del resto de días del calendario, una vez pase este 29 de febrero habrá que esperar cuatro años para volver a vivir un día con ese nombre. Como ya se sabe, esta fecha es el resultado de un ajuste del calendario solar que se realizó por primera vez bajo el mandato del emperador romano Julio César. Tal medida fue refrendada en 1582 por el Papa Gregorio XIII. Sin embargo, es menos conocido, al menos en Colombia, el papel que tiene el 29 de febrero en la vida de las solteras de Irlanda.
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En Irlanda tal fecha recibe los nombres de el Día del Soltero o Privilegio de la Dama. Según una antigua tradición, que se remonta a las figuras de santa Brígida y san Patricio, los patronos de Irlanda, el 29 de febrero las solteras pueden proponerles matrimonio a los hombres sin por ello ser castigadas. Según la DW, “la tradición se vio reforzada por una ley escocesa adoptada en 1288, cuando todavía era ilegal que las mujeres propusieran matrimonio a los hombres; se hizo una excepción para hacerlo el 29 de febrero”. En tal sentido, los hombres que rechazaran la propuesta debían pagar una multa a las mujeres ofendidas y a las autoridades.
En Alemania, las jóvenes de Renania talan abedules y los decoran para dejarlos en las puertas de los hombres que les interesan. Esto lo hacen las mujeres en los años bisiestos, mientras el peso de tan peculiar confesión amorosa recae en los varones el resto de los años. Sin embargo, en otros países los años bisiestos no gozan de la buena prensa que tienen en Irlanda y en Alemania. En Taiwan existe la creencia que el 29 de febrero es una fecha fatídica que aumenta las probabilidades de muerte de los ancianos.
“Para ayudar a promover la longevidad, las hijas casadas deben volver el 29 de febrero a la casa de sus padres con platos con fideos para ellos. El plato es tan delicioso y saludable que aumenta las posibilidades de que sus progenitores puedan defenderse de las desgracias que pueda traer el año”, informa la DW.
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Por su parte, los griegos creen que las promesas de amor hechas el 29 de febrero están destinadas a no cumplirse. Además, están casi seguros que quien se divorcia un 29 de febrero cargará una energía que le impedirá casarse de nuevo. Como se lee, son muchas las creencias relacionadas con esta insólita fecha.
