“Hay tres aspectos importantes en este Acuerdo de Punto Final. En primer lugar, es que efectivamente esta es una deuda que tiene el Gobierno nacional con el Sistema de Salud y, por lo tanto, es una muy buena noticia y debe celebrarse que reconozca la deuda y la pague. El segundo tema, también muy importante, es cómo se van a aplicar los recursos. El problema ahí es la distribución de esos recursos dentro de todos los actores del Sistema de Salud, no puede ser que todos vayan a las EPS o, por el contrario, a las IPS. Esos son dineros que van para el sistema en todos los niveles. Por ejemplo, no puede pasar que queden en los bolsillos de las EPS y ellas decreten utilidades. Tampoco puede pasar que alivien a unas IPS, cuando son las EPS las que han financiado el faltante. El tercer punto es que si se habla de punto final significa que la deuda no debe volver a aparecer. Esos recursos vienen de los no POS, en otras palabras, los servicios que están por fuera del sistema. Si el Gobierno y los jueces no detienen esos gastos no POS, en un tiempo estamos en las mismas”.
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