La situación internacional y, en concreto, la guerra comercial entre Estados Unidos y China está afectando a los mercados internacionales. La relación entre las dos potencias se ha modificado en los dos últimos años y ahora se habla de una competencia estratégica con riesgos sobre la seguridad nacional. También cambió la relación de Estados Unidos con Irán que ahora es amenazante, cuando en el pasado se había moderado el tono de las diferencias. Las sanciones a Irán están enrareciendo el mercado de petróleo e incrementando los riesgos de acciones bélicas.
Ese ambiente tan enrarecido explica el encarecimiento del dólar en los países emergentes. Con un peso devaluado, en Colombia le podría ir bien a los exportadores y menos bien a la deuda pública del gobierno que, aunque se ha moderado sigue siendo alta. La inflación puede deteriorarse en estas nuevas condiciones. Los bienes y servicios importados son cada vez más importantes para los hogares que pueden sentir el fuetazo, sobre todo de una devaluación como la actual. También se encarecen las materias primas, en muchos casos, las que se usan en alimentos de primera necesidad.
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