En campaña me criticaron por insistir en el tema de la familia. Que suena de godos. Pero no es así. Estas cifras deben preocupar no solo a la Alcaldía sino a la sociedad de Medellín y Antioquia. ¿Qué pasa, por qué llegamos a estas estadísticas, para dónde vamos?
Hablamos de valores, de principios, de formación de niños y jóvenes. Ahí es fundamental el trabajo de familia. Ese vínculo. Que los padres asuman su papel, su tarea.
La Alcaldía, a través de su Secretaría de Inclusión Social, y de su primera dama (aunque a mi esposa no le guste figurar), sabe que hay que cambiar ese estilo tan asistencialista del Estado, que al final los padres y los acudientes se desentiendan de su responsabilidad y obligaciones.
Estamos fortaleciendo y vamos a fortalecer a los padres, directamente, dentro y fuera de los espacios escolares públicos y privados. En términos de prevención, pero también de capacidad de respuesta de los padres para que sepan cómo actuar frente a un tema tan complejo y difícil.
Pero también queremos proveer seguridad y control para que no prolifere la droga alrededor de escuelas, colegios, parques y escenarios deportivos. Debe haber apoyo de la institucionalidad en materia de formación y también de combate al microtráfico.
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