Ahora hay un manual sobre procesos de empalme emitido por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) que es muy útil. El empalme es un proceso de evaluación del gobierno saliente. El gobierno que entra está en la obligación de conocer las acciones y resultados que entrega quien sale de la administración.
También es el momento para que quien asume el mandato señale cómo arranca su gestión y cómo va a coordinar el plan de gobierno que quedó en la Registraduría con los programas y las políticas públicas del gobierno saliente. Es decir, la oportunidad para que el gobierno entrante genere confianza en la continuidad, porque en los procesos de políticas públicas esa continuidad es esencial para garantizar buenos resultados.
En cuanto a lo del “libro blanco”, este en sentido estricto no hace parte de la dinámica de los empalmes. Por eso el DNP tiene ese instructivo sobre qué debe incluir un empalme. El “libro blanco” es un ejercicio diferente, que se hace con un mayor margen de tiempo. Es un ejercicio válido, en el cual se trata de profundizar los hallazgos, para lo cual se debe trabajar de la mano con la Contraloría y la Procuraduría. Es una obligación de cada gobierno entrante, reportar o denunciar aquello que encuentre irregular.