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Un amor de sexo, drogas y mucho rocanrol

19 de marzo de 2024
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  • FOTO getty
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En muchas historias de la música, los cantantes de rock son protagonistas de anécdotas surreales, de amores repletos de romance, o de amores psicópatas que se acercan más a las comedias, todo lejos del porvenir. Por eso, estos dos protagonistas, Marianne Faithfull y Mick Jagger, no son la excepción y aquí protagonizan una relación tan revoltosa como su música.

Infidelidad, moda, irreverencia, intentos de suicidio, desenfreno, abortos, drogas, muchas drogas, rock, lenguas afuera, coqueteo, noche, fiesta, dormitorio y amor, fue lo que compartió esta pareja en solo cuatro años de relación. Marianne Faithfull y Mick Jagger fueron una real historia de amor del rocanrol.

La vida de ambos a mediados de los años sesenta era una vida que muchos envidiarían y otros tantos ni siquiera podrían resistir.

Ella, una diva de la actuación, un ícono de la contracultura, con una voz distintiva y una interpretación teatral sin igual, se convirtió en una de las mujeres más fotografiadas del mundo durante su juventud. Y él, una estrella del rock, con una boca grande, con la actitud de un rockstar, bello y feo a la vez y con la responsabilidad de llevar en su voz la batuta de una de las agrupaciones más importantes del mundo.

Esa historia de amor empezó porque Marianne, en su ascenso artístico y en ese jugueteo trepidante por ser escuchada, comenzó a cantar en cafés y algunos bares de Londres. The Rolling Stones surfeaban la cresta de la ola, se hacían populares y tocaban el cielo con las manos repletas de canciones.

Y en una fiesta en la que coincidieron, sus ojos se miraron y el magnetismo fue evidente para todos los que estaban en el lugar. Fue en Londres, y se dice que la fiesta en cuestión fue organizada por el productor de cine Bryan Forbes. Marianne asistió a la fiesta acompañada por John Dunbar, quien era su novio en ese momento. Desde esa noche todo cambió.

Marianne y Mick se siguieron viendo y esa primera mirada se convirtió en amor traducido en fiestas de día y de noche, visitas a los estudios de grabación, festivales y alfombras poco glamurosas para ese rock de los años sesenta. La relación fue tan intensa y el amor tan vertiginoso, que rápidamente la empezaron a llamar “La novia de los Stones”.

Y esa cercanía con la banda generó cataclismos internos que bullían con fuerza cuando las canciones acababan y el concierto llegaba a su fin. Las fiestas, los demonios internos de cada uno, las peleas de banda y las vendettas afloraron en esa rubia despampanante llena de energía y moda.

Marianne le fue infiel a Mick con su amigo, Keith Richards, el guitarrista de The Rolling Stones. Pero el plan más que fortuito, fue de venganza. Keith estaba decidido a hacerlo y a lograrlo, ya que Jagger se había acostado antes con la que fuera su novia desde 1967 hasta 1980, Anita Pellenberg.

La noche de pasión se logró y Mick estuvo a punto de descubrirlos, pero su amigo fue más astuto y escapó corriendo, dejando a su paso sus medias, coloridas y recordables. Y aunque la anécdota quedó ahí, la venganza continuó incluso cuarenta años después. Keith en su autobiografía publicada en el año 2010 contó que Marianne “no se divertía” en la cama con Mick, porque tenía el “pene pequeño”, aseveraciones que luego ella misma confirmaría y que harían estallar en furia al cantante de los Rolling Stones.

“La noche que pasé con Keith fue la mejor de mi vida. Incluso hoy en día, la tengo muy presente. Creo que fue tan buena y tan memorable porque fue tan solo una vez y se acabó. Todavía somos grandes amigos”, dijo ella al suplemento Event del periódico The Mail On Sunday.

La relación de Marianne y Keith terminó, sin embargo su conexión siguió fuerte, mantienen una amistad que incluso ha llegado a colaboraciones en la música. Luego de los años, y a pesar de haber disfrutado una época de su vida muy cercana, para ellos ha sido difícil quitar esa etiqueta recalcada entre historias de bares, conciertos, antros y farandulilla del rock mundial. Él siempre será el ex novio de Marianne Faithfull y ella, la ex novia de Mick Jagger.

Este amor hace parte de la mitología del rock.

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