El Gerente de Empresas Públicas de Medellín y el Alcalde de Medellín han sido imprudentes al reducir y al minimizar el riesgo que estaban corriendo la presa y las comunidades afectadas.
Desde hace 10 días debieron haber declarado la emergencia y no lo hicieron, tratando de cuidar sus puestos y su reputación. Pusieron con esta actitud más de 200 mil vidas en peligro.
Además mintieron al decir que había sido una causa imprevisible de la naturaleza. Una excusa prematura que muestra desde ya la intención de no encontrar responsables a futuro.
En este momento nos tenemos que unir todos para apoyar a esos mil valientes operarios que están poniendo sus vidas en riesgo para tratar de salvar la presa.
Sin embargo, que no crean los responsables, es decir los que causaron este problema, que la solidaridad que hoy presenta el país, que presentamos nosotros como ciudad y como región, se pueda confundir con que los estamos absolviendo de los problemas y de sus responsabilidades, porque en efecto las tienen.