Esto es una trampa anunciada. El 22 de diciembre de 2015 el gobernador Sergio Fajardo reunió a los medios y advirtió que si no había un cambio fundamental en el actuar de los cinco más grandes distribuidores de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), el Departamento se iba a ver enfrentado al incumplimiento de la ley 617. Los ingresos que habían sido ya presupuestados, sobre los que había compromisos de más de $ 300 mil millones, no se estaban cumpliendo. Y si seguía la situación así, Antioquia iba a enfrentar una situación de ingresos bajos. Los problemas de compra se empezaron a dar a finales de octubre de 2015. ¿Qué pasó? Pues la elección a la Gobernación de Antioquia. Y un mensaje, sutil pero directo, del gobernador electo a los distribuidores, que caló, porque cayeron las compras de manera radical (...).
Los gastos de “Antioquia la más educada” siempre estuvieron controlados. El último año estuvimos por debajo del crecimiento de la inflación. El problema aquí no fue de despilfarro ni de gasto. Fue de una orden dada muy hábilmente a los mayores compradores para que trasladaran sus compras al nuevo período.
Antioquia sigue siendo categoría especial y no la ha perdido. La Gobernación deberá presentar un plan de mejoramiento, que sin duda será exitoso, porque ya se hicieron las ventas que debieron hacerse el año pasado.