Muchos preguntan, ¿por qué hacer una constituyente solamente después de que el presidente Uribe ha estado detenido?
Pues porque yo creo que ante las injusticias uno puede hacer una de dos cosas: no hacer nada, o canalizar la energía de ese dolor, de ese sentimiento de frustración, para que ningún otro colombiano tenga que vivirlo en el futuro.
Creo que la constituyente es un mecanismo democrático, en el que todos los colombianos podremos participar con nuestro voto, elegir nuestros designados, incluso pensando en la participación de congresistas, y sacar adelante un proceso de discusión en torno a instituciones que le sirvan a Colombia y en la que todos, absolutamente todos los colombianos, podamos sentirnos representados y, sobre todo, podamos sentir confianza frente a las instituciones.
Una constituyente para reformar la justicia no es una idea nuestra, es una necesidad diagnosticada desde hace mucho tiempo. Diecinueve intentos de reforma a la justicia dan cuenta. Colombia necesita construir instituciones en las que todos podamos confiar.