El tema agrario en Colombia no pasa solamente por la redistribución de tierras, que es muy importante y no se puede descuidar, sino que hay un tema central, aún más fundamental, que es el uso del suelo. Nada nos ganamos si le regalamos tierra a todo el que la necesita, si no vamos a saber qué hacer en esas tierras, qué vamos a producir en ellas, cuál es la forma más adecuada y eficiente de explotarlas. El uso del suelo es un tema crucial en el que el país debe profundizar.
El desarrollo desequilibrado de las ciudades se debe a que Colombia nunca ha sabido resolver el desbalance entre la ciudad y el campo. Pensamos solamente en abastecer las ciudades, pero no nos damos cuenta que esos productos salen del campo.
Hay que pensar en un balance urbano - rural, donde ambos territorios se desarrollen equilibradamente. Las ciudades por sí solas no pueden resolver sus necesidades. Entonces ambas entidades son complementarias y se necesitan entre sí. Por ejemplo, algo tan sencillo como el agua. Las ciudades necesitan agua para múltiples usos y esa agua sale del campo que las rodea.
El desarrollo del campo es necesario. Hay que aprovechar esa riqueza natural que tiene el país para desarrollarlo con tecnología y sacar de él lo mejor.
