Los datos de crecimiento para el segundo trimestre no son para cantar victoria. Un crecimiento de 3 %, no es espectacular y, a pesar de ser una aceleración en términos intertrimestrales, también deja ver que la recuperación después de la caída de los precios del petróleo es muy gradual; un mensaje para el futuro para prepararnos a una progresión lenta de la economía.
Los sectores que están jalonando el crecimiento son los relacionados con el consumo de los hogares (restaurantes, hoteles, telecomunicaciones), sin embargo, aquellos relacionados con el comercio exterior como industria y agricultura crecen por debajo del PIB. Esto es preocupante porque no estamos encontrando buenas fuentes de crecimiento. Vemos en el sector de la construcción que las obras civiles apoyan el crecimiento, pero la edificación con cifras negativas resta, y es algo que no va a cambiar, según el censo.
La demanda es jalonada por el consumo de los hogares, que no va a acelerar más porque las expectativas de los consumidores no son buenas y los datos de empleo tampoco. La inversión está mejor, gracias sobre todo a las obras civiles.
Hay que buscar nuevas fuentes de crecimiento distintas al consumo de los hogares, como exportaciones e inversión. Seguimos con nuestro pronóstico de 3 % de crecimiento para este año y el siguiente.
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