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Columnistas | PUBLICADO EL 05 febrero 2023

Una vendetta muy original

La idea tiene un trasfondo de generosidad y sentido del humor que demuestra que con creatividad, hasta los mayores enconos y las peores vibraciones pueden ser canalizadas y convertidas en una causa noble.

Por Lina María Múnera Gutiérrez - muneralina66@elcolombiano.com.co

Apenas han transcurrido 36 días de este 2023 y ya podría ser bautizado como el año de las venganzas. Empezamos con Shakira y la despachada que se dio cantándoles a su ex y a la amante de este, luego siguió Miley Cyrus con otra canción en la que habla de lo bien que se siente ahora lejos de la nociva presencia de quien fuera su marido. Hasta ahí, todo muy artístico y dentro de la línea de expresividad que permite la industria del entretenimiento. Pero ahora sí se abrió la veda. Así como para los muy románticos es posible regalarle el nombre de una estrella al objeto de su amor, el zoológico de San Antonio, Texas, está promocionando una curiosa propuesta para todos aquellos que aún sienten rencor por quien les partió el corazón: ponerle el nombre de su expareja a una cucaracha y servirla como alimento para uno de los animales que viven allí.

Así como lo leen. Por la módica suma de 10 dólares, y digo módica porque sacarse un puñal del alma no tiene precio, el zoológico de San Antonio ha lanzado una propuesta para que de aquí al próximo 14 de febrero, día de San Valentín, cualquiera pueda comprar una cucaracha, un vegetal o un roedor y bautizarlo con el nombre que más le pique en el alma. Como recuerdo, y para que quede en los anales de la venganza, los participantes reciben una tarjeta digital de San Valentín con un corto video (por si quieren circularlo entre sus amistades) que da fe del momento en el que el feliz animalito engulle su alimento, llámese Pepe o Pepa. Y si quiere ir un paso más allá, el zoológico se encarga de notificarle a su ex que le pusieron su nombre a un insecto, como para que conste en acta.

La idea tiene un trasfondo de generosidad y sentido del humor que demuestra que con creatividad, hasta los mayores enconos y las peores vibraciones pueden ser canalizadas y convertidas en una causa noble. Se trata de una campaña para recoger fondos con los cuales proteger la vida salvaje en Texas. El año pasado fue todo un éxito: recibieron más de 8.000 donaciones de todos los rincones de Estados Unidos y de 32 países. Por eso el director del zoológico invita a dejar atrás todo lo que haya sido negativo en el 2022, ponerle un nombre a esa rabia y hacer que desaparezca en la panza de una criatura que, sin saberlo, ha hecho parte de un ritual de sanación. Y por el lado de la cucaracha, no hay que preocuparse. Al fin y al cabo su destino final era convertirse en parte de la cadena alimenticia, solo que ahora lo hará con nombre propio.

Esta ingeniosa idea para recaudar fondos contradice aquella frase que le atribuyen a Churchill y que dice que “no hay nada más costoso y estéril que la venganza”. En este caso, ni lo uno ni lo otro. Esperemos a ver qué otras ocurrencias surgen en lo que resta de año.

Lina María Múnera Gutiérrez

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