Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Claro que el año solamente es una medida para hacer evaluaciones, pues en cuestión de tiempo solo hay días y noches, fríos y calores.
Por José Guillermo Ángel R. - memoanjel5@gmail.com
Estación Resultados, a la que llegan deshumanizados (neuróticos, esquizofrénicos, paranoicos, mercenarios) que calculan los recursos del otro para volverlo un botín, expertos en enfermedades que contagian y se usan para extender el miedo (lo que aumenta la venta de remedios), gente que mira en todas las direcciones y se pega de talismanes y rezos, directores nerviosos que miran de nuevo la tabla de pérdidas y ganancias buscando razones (y sinrazones), gobernantes que se enredan con los opositores y responden delirando, vacacionistas que eluden estafas o caen en ellas, negociantes que miden en dólares que no saben si suben o bajan, nómades digitales que encarecen y deforman los sitios que habitan, analistas que dicen lo que sea por aparecer en pantallas, líderes de oposición que acusan a otros como si se acusaran a sí mismos, señoras que han rebajado de peso no por las dietas sino por las subas, padres de familia que calculan si pagar matrículas o poner un negocio, sin que falten los que revisan profecías para ver si falta alguna no cumplida. Y en la fila, que aumenta, hay toda clase de vendedores de ilusiones, desempleados y nerviosos. Este el año asustador que termina.
Claro que el año solamente es una medida para hacer evaluaciones, pues en cuestión de tiempo solo hay días y noches, fríos y calores. Y estos cambios (por opuestos se entiende el mundo) seguirán cumpliendo su tarea mientras la Tierra siga girando y los elementos de la naturaleza traten de ajustarse a lo que le estamos haciendo. Ahora, lo que sí pasa en el tiempo, es que hay causas y cadenas de efectos. Y en esto de causar y afectar, ya de manera natural o provocada, la naturaleza, las sociedades y los comportamientos mutan, para bien o para mal, pues todo depende no solo de adaptaciones sino de decisiones, en especial de estas últimas.
El año que medimos ahora, da unos resultados bastante malos: guerras delirantes, políticos obsesionados en malas medidas, economías que funcionan por encima y por debajo, miedos permanentes, información en redes que miente, corrupción que aumenta, inteligencia que se pierde, sociedades que todo lo permiten, pérdida de empleos, emigración enloquecida, creencia en extraterrestres, propaganda que justifica errores, etc. Y a todo esto, principios y valores fragmentados al punto que ya son curiosidades. Y si este año fue producto del anterior, suponemos que el próximo también lo será sino se toman los correctivos necesarios. De lo contrario, seguiremos apestados y de lo que pasa en las pestes ya todo se sabe.
Acotación: cuando se llega a un punto máximo en la curva de ascenso, se comienza a caer. Esperemos, entonces, que todo lo malo se reduzca y nos vamos recuperando como humanos, y que logremos una esperanza que se pueda construir sin hacer (ni hacernos) más daño. Así que, reconstruyendo, un buen año para todos.