Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Por Luis F. Ángel Muñoz - opinion@elcolombiano.com.co
Muchos años estuvo sometida esta región a la arrogancia de la mafia, la misma que dejó marcada de forma indeleble esa detestable cultura del patán, y luego la modalidad “paraca”, de pasar por encima de la dignidad de las personas que simplemente vivían con decoro y respeto a los demás. La Real Academia Española dice que «“Atarván” (con v) es un colombianismo con los sentidos de ‘hombre maleducado o de modales groseros’, ‘oportunista’, ‘pícaro’». En esas épocas, parte de la sociedad intentó defenderse practicando un civismo que se reflejaba en amabilidad, educación, consideración para con el prójimo, sin dejarse provocar por los inevitables atarvanes de turno, cuyo modelo de comportamiento no era el del ciudadano común sino el del déspota que en su narcocamioneta alardeaba de vulgaridad y patanería.
Con tristeza observo el regreso de esa forma de andar por el mundo, en todas las edades y condiciones sociales. Parece que hay un progresivo avinagramiento de la sociedad; pululan los ásperos, amargados y tiranos con los demás. Me pregunto si será que el que gobierna el país, que ejerce un liderazgo tóxico, aplastado por el resentimiento, el odio y los complejos, está contagiando a tanta gente de su lamentable visión de la vida.