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Columnistas | PUBLICADO EL 14 noviembre 2022

Ojo con el Metro de Medellín

Cuidar el metro es una de las mayores apuestas sociales de esta ciudad. En un día laboral hace cerca de un millón de viajes, 9 de cada 10 de sus usuarios habitan viviendas de estratos 1, 2 y 3.

Por María bibiana Botero carrera - www.proantioquia.org.co

El presente y futuro del sistema de transporte público más querido por los antioqueños, símbolo de grandeza, calidad de vida, bienestar y progreso, está en vilo.

El asunto trasciende las redes sociales y titulares de prensa, tiene que ver con lo que viven miles de usuarios que se mueven en el Metro: filas, fallas, largas esperas, suspensión del sistema y recientemente la imagen de unos jóvenes “colados”, que no pagaron el tiquete y que con esas acciones agreden el cuidado y la cultura de un bien público, indispensable y columna vertebral de la ciudad.

La realidad del Metro nos tiene que sacudir: su sostenibilidad financiera es preocupante. La pandemia afectó sus finanzas y esto dificulta la modernización de los trenes antiguos y la compra de vagones nuevos para las líneas A y B y el Tranvía, operación que tendría que concretarse en el 2025. El tamaño del faltante es de 500 mil millones de pesos.

A esta cicatriz se suma que la Alcaldía de Medellín le debe 150 mil millones de pesos. Estos recursos son para financiar el déficit en la operación de Metroplús y las cuencas 3 y 6 de los buses integrados. Si el Distrito no le paga es imposible responderles a los operadores de los buses integrados de Belén, Manrique y Aranjuez. Las consecuencias: problemas, el próximo año, en el normal funcionamiento de esos buses y del Metroplús en sus líneas 1 y 2. Todos perdemos.

Una alerta adicional: el Metro comparte su recorrido y porvenir con la suerte del río Medellín y sus riberas. La intensa temporada de lluvias convierte al canal del río en un tropel de agua a toda velocidad, al que vemos cada vez más cerca del borde. En 2014 la Universidad Nacional señaló que hay 84 puntos críticos de afectación del tren o las autopistas que corren paralelas, 47 están atendidos, y 13 nuevos han sido identificados en los últimos años. Hay que prevenir antes que lamentar y eso significa mantenimiento y recursos.

El Metro de Medellín es la institución pública más conocida por los habitantes de la ciudad y en los últimos 7 años, ha tenido una imagen favorable superior a 90% según Medellín Cómo Vamos. En un día laboral hace cerca de un millón de viajes, 9 de cada 10 de sus usuarios habitan viviendas de estratos 1, 2 y 3. Cuidarlo es una de las mayores apuestas sociales de esta ciudad.

Antes de prometer nuevos metrocables hay que actuar con coherencia y responsabilidad. Eso significa garantizar su sostenibilidad, blindar sus finanzas, respetar su plan maestro, pagar las deudas, darles un servicio de calidad a sus usuarios y conservar la cultura de cariño, respeto y pertenencia que hemos construido.

El mensaje de urgencia es para el Gobierno Nacional, Gobernación de Antioquia, Alcaldía de Medellín y Área Metropolitana porque la política, bien concebida y aplicada, debe ser para servir y no para servirse, transformar realidades, hacer que las cosas pasen. Querer es cuidar: ojo con el Metro.

María Bibiana Botero C.

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