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Columnistas | PUBLICADO EL 09 mayo 2023

Mujeres Fortaleza

Veo cuántas mujeres madres están alrededor de mi vida. Admirarlas y reconocerlas ha sido un primer paso para encontrarnos y poder construir una nueva identidad.

Mujeres Fortaleza
Por Amalia Londoño Duque - amalulduque@gmail.com
Infográfico

Gladys cumple 33 años el 19 de mayo. Hace poco me dijo que le gustaba celebrar la vida: “cualquier cosa que uno haga ese día distinta, vale la pena. Estamos vivos”, aseguró.

Ella ha sido un ejemplo de disciplina, de la armonía entre la maternidad y el trabajo.

Llegó a trabajar a mi casa cuando nació mi hija.

Tiene tres hijos: Andrés, Yeidi y Yeisi.

Su maternidad me reconcilia y me demuestra que hay algo en nuestro cerebro femenino que nos fortalece. Ahora reparte su tiempo entre el trabajo, el cuidado de sus hijos y el estudio: este año se gradúa de bachiller.

Manu es una de mis mejores amigas.

Su primer hijo murió después de tres días de nacido.

En su casa hay un cuadro con las huellas de él. Los dos hijos que tuvo después mencionan a su hermano con gratitud.

Ella ha sostenido el amor con un discurso de fuerza sorprendente. El dolor, incomprendido para muchos, de la pérdida de un hijo recién nacido, fue un renacimiento.

Mis papás no pudieron tener hijos.

Me adoptaron cuando yo tenía tan solo un mes de vida.

No alcanzo a describir con palabras lo que significó su decisión y mucho menos lo que representa despojarse de sus miedos para recibir a alguien nuevo y acogerlo como un hijo suyo. Nuestro vínculo siempre ha sido diferente a todos, no podría decir que más fuerte, pero tal vez sí más honesto, más seguro.

Mi mamá es mi mamá en todas las esferas posibles, para siempre y desde que nací.

Luann Brizendine, neuropsiquiatra y autora del libro El cerebro femenino, asegura que ser madre “tal vez es quizá el cambio de la realidad más importante que acontece en la vida de una mujer”. Su libro es un recorrido alucinante por nuestro cerebro, una muestra científica de por qué sentimos cómo sentimos, por qué sorprendentemente después de ser madres existe una fortaleza que parece instalarse en la mente y en el cuerpo de la mujer, como una muralla impenetrable.

Leerla me ha dado mucha calma, llevo casi tres años exigiéndome como si fuera la misma de antes, descubriendo algo que nunca me imaginé ni ser ni sentir. Y entonces, veo cuántas mujeres madres están alrededor de mi vida. Admirarlas y reconocerlas ha sido determinante para encontrarnos y poder construir una nueva identidad. En un año, es muy poco un mes para hablar y reconocer la maternidad.

Existe una brecha de género cuando la tarea del cuidado recae en muchos casos solo en las mujeres y limita en nosotras la capacidad para participar plenamente de la fuerza laboral y alcanzar el éxito profesional que para algunas es tan importante. Hay que conversar sobre lo que sentimos y somos. Sobre nuestras transformaciones, nuestras renuncias. Así iremos abriendo un camino seguro para que en el futuro haya libertad para decidir si queremos ser madres y si lo somos, poder vivir en libertad y con oportunidades esa maravillosa mutación.

Amalia Londoño Duque

Si quiere más información:

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