El viaje del presidente Gustavo Petro hacia la potencia del continente asiático comenzó el 10 de mayo. Estará allí hasta el 17 del mismo mes, y las expectativas y ojos, no solo nacionales sino internacionales, están puestos sobre el jefe de Estado colombiano. Hoy, lunes 12 de mayo, se espera conocer un comunicado oficial por parte de la Cancillería explicando la agenda y consensos entre China y Colombia durante los dos primeros días de la visita.
Los preparativos de la visita fueron tensos y polémicos. A pesar de que hace meses estaba agendado, la última semana el viaje se volvió un tema central en las conversaciones políticas, luego de que el presidente Gustavo Petro aseguró, en medio de la Plaza de Armas, que será él, y sólo él, quien tomará las decisiones comerciales del país. Además, aseguró que su interés en que Colombia haga parte de la Ruta de la Seda y firme tratados con China, no tiene nada que ver con las tensiones entre EE. UU. y el gigante asiático, sino que quiere firmar “lo mejor para Colombia”.
El viaje del Jefe de Estado Colombiano también deberá cumplir un gran hito: Gustavo Petro será el presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el foro intergubernamental que reúne a 33 países de la región, con el objetivo principal de profundizar la integración política, económica, social y cultural entre ellos. Allí también estarán presentes Lula Da Silva y Gabriel Boric.
Relación con Estados Unidos
Expertos y gremios se han preguntado si acercarse tanto a China es una buena idea. La preocupación se fundamentó en el momento particularmente complejo que enfrentaba la potencia asiática con la potencia norteamericana: la guerra arancelaria impulsada por el expresidente Donald Trump.
Cuando se anunció el viaje del presidente Gustavo Petro, el enviado especial del Departamento de Estado de los Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver Carone, y el Encargado de Negocios de la embajada de los Estados Unidos en Colombia, John McNamara, advirtieron sobre las graves consecuencias negativas que podría tener esta decisión para la economía del país. Claver incluso afirmó: “el acercamiento del presidente Petro con China es una gran oportunidad para las rosas de Ecuador y el café de Centroamérica”, amenazando así dos productos fuertes de la economía colombiana.
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Aquel panorama ha logrado aclararse un poco. En la tarde del 11 de mayo, ambas naciones confirmaron que llegaron a un acuerdo comercial luego de reunirse a negociar en Suiza. “Me complace informar de que logramos avances sustanciales entre Estados Unidos y China en las importantísimas conversaciones comerciales”, declaró a la prensa en Ginebra el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien aseguró que en el transcurso de hoy, lunes 12 de mayo, entregarán más detalles.
Estos acuerdos podrían aliviar las tensiones, no sólo entre las potencias, sino también entre Colombia y EE. UU., y dejarían un camino más tranquilo para las negociaciones que desea adelantar el jefe de Estado Colombiano. Sin embargo, de parte de los gremios empresariales colombianos aún existe cierta incertidumbre y preocupación sobre los acuerdos.
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María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, aseguró que el paso que evalúa el gobierno colombiano debe estar guiado por un análisis riguroso de riesgos y beneficios, más allá de intereses ideológicos o simbólicos, teniendo en cuenta las profundas implicaciones económicas y geopolíticas de dicho acercamiento. “China no es reconocida internacionalmente como una economía de mercado, lo cual plantea serias dudas sobre la transparencia, la equidad y las condiciones de competencia”, aseguró.
Hay otra postura fuerte al respecto, y es que algunos expertos aseguran que es necesario que Colombia expanda sus vínculos estratégicos. El politólogo Yann Basset aseguró: “Que Colombia trate de desarrollar el comercio con otros países es algo que difícilmente Estados Unidos puede reprochar. En este contexto, Colombia no es el país que está peor para lograr un acuerdo más allá de las diferencias que puedan existir en las tendencias políticas de los gobiernos”.
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