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Columnistas | PUBLICADO EL 15 mayo 2022

Metro: memoria de ayer, para hoy y mañana

¿Qué sería de Medellín sin metro? Imagínese esos 82.502 pasajeros/hora/sentido alimentando el taco de buses, motos y taxis. Piénselo sin enloquecer en el intento.

Por Elbacé Restrepo - elbaceciliarestrepo@yahoo.com

De la serie “No todo está perdido”, en especial después de una semana en la que el sismógrafo registró temblores, de tierra y políticos, con réplicas y todo, hoy quiero reseñar algunos aspectos de la Memoria de Sostenibilidad de una empresa pública que nos hace sentir orgullosos como pocas.

Oficialmente se llama Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá Ltda., pero en confianza le decimos Metro de Medellín o, simplemente, “el metro”. Y me atrevo a decir que si hay una empresa industrial y comercial del Estado que nos pone a sacar pecho, es esta. A pesar de las aglomeraciones en horas pico y de los inconvenientes esporádicos que generan retraso y enervan los ánimos en las plataformas, una pregunta ha hecho carrera por realista: “¿Qué sería de Medellín sin metro?”. Imagínese esos 82.502 pasajeros/hora/sentido alimentando el taco de buses, motos y taxis. Piénselo sin enloquecer en el intento.

El “detrás de cámaras” del año 2021 refleja que, a pesar de la pandemia y el hueco enorme que dejó en sus finanzas, el Metro no solo sigue vivito y rodando, sino atento a cumplir sus objetivos a corto, mediano y largo plazo en beneficio de sus grupos de interés, que venimos siendo todos en esta ciudad-región.

Por física falta de espacio me enfoco solamente en la dimensión social y en los beneficios recibidos por los usuarios y la comunidad durante el año pasado, y perdonen tantas cifras, de paso, pero imposible contar de otra manera: 265.000 dosis de vacunas contra el covid-19 aplicadas en nueve estaciones de la red. Más de doce mil usuarios en las salas de alfabetización digital. Once nuevos títulos de Palabras Rodantes, con casi cien mil ejemplares circulando en las estaciones, las Bibliometros y otros espacios de ciudad. Más de 67.000 libros y 17.225 equipos de cómputo prestados. 206 eventos de promoción de lectura y escritura para más de 7.000 asistentes. Seis intervenciones de arte urbano, tres instalaciones de obras nuevas y catorce exposiciones en las salas de Suramericana e Itagüí. En los Escuchaderos, 2.497 personas tuvieron orientación profesional frente a sus problemas de salud mental el año pasado. ¿Quieren más?

Quedo en deuda con los resultados de las dimensiones ambiental y económica. En el breve espacio disponible solo cabe admiración para la “Fábrica de trenes”. Un descreste de recursividad e ingeniería “made in Medellín”, que consiste en modernizar los trenes viejos para extenderles la vida útil al menos veinte años más, con el 93 % de repuestos nacionales y con una inversión de la mitad de lo que hubiera costado comprarlos nuevos. Y rematemos con la patente de inspector de cotas geométricas, un invento propio en unión con las universidades para el mantenimiento de los cables aéreos. Una muestra irrefutable de que la alianza entre lo público, lo privado y la academia genera resultados sobresalientes siempre, aunque haya quienes lo duden. ¡Háganme el eficiente favor! 

Elbacé Restrepo

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