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Columnistas | PUBLICADO EL 09 julio 2021

LOS MILITARES DE LA RESERVA OPINAN

Por Henry Medinamedina.henry@gmail.

La semana pasada un grupo de oficiales de la reserva activa del Ejército publicó un comunicado en el cual expresan que Colombia enfrenta una amenaza contra la integridad del Estado, la democracia y las instituciones, al mismo tiempo que afecta la estructura productiva y empresarial del país, por lo que convocan a la sociedad a salir de la indiferencia y crear un frente común ante las expresiones de terrorismo de una minoría radical que busca cambiar el sistema democrático por un régimen anárquico populista.

El comunicado responsabiliza de la actual situación del país a la izquierda extrema del país y sus líderes “pseudointelectuales”, al Foro de São Paulo, al silencio cómplice del liderazgo político, a la justicia parcializada y complaciente, a algunos medios de comunicación, pero también, a la indiferencia de la sociedad víctima.

Recordando la frase del general Fernando Landazábal, “el país debe acostumbrarse a escuchar a sus generales”, encuentro muy importante que la opinión pública analice este comunicado que interpreta el pensamiento mayoritario de la reserva activa. Cada lector sacará sus propias conclusiones.

La expresión pública de los militares sobre aspectos de la política es cada vez menos extraña. El año pasado militares retirados españoles sacaron un comunicado hablando del deterioro de la democracia y los riesgos que afronta España. Al respecto, la ministra de Defensa Margarita Robles declaró que ”la ultraderecha no va a quedarse con nuestro Ejército”, mientras el general jefe de Estado Mayor manifestó que las “Fuerzas Militares están al servicio de todos los españoles”. En Estados Unidos, ante la incitación del presidente Trump a los militares a desconocer los resultados electorales, el general Mark Milley, jefe de Estado Mayor, declaró que las Fuerzas Militares no están para resolver disputas sobre temas electorales y rechazó su participación en la política interna.

A nosotros y nuestras circunstancias, los hechos y las reacciones nos encuadran dentro de los conceptos expuestos por William Lind y cuatro militares americanos en el libro “El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación”. En las nuevas contiendas con trasfondo político los contendientes buscan el control social masivo, empleando para ello la mezcla de operaciones sicológicas, mediáticas, cibernética, grupos violentos de naturaleza política y el accionar terrorista. Lo importante es el efecto político, así se haga necesario intimidar, matar y restringir las libertades públicas. Lo ocurrido en el país últimamente es un ejemplo.

Estas nuevas guerras, planteadas desde cualquier ideología, buscan la destrucción del pensamiento reflexivo y la alienación controlada de las mentes. No se basan en fundamentaciones éticas ni giran alrededor de la verdad, sino en la capacidad para deslegitimar al otro. Son batallas que se libran entre cerebros, en medio de sus vulnerabilidades y contradicciones, con la intención de presentarse como víctimas, mientras al contradictor lo hacen victimario.

¿Estamos preparados para el cambio? Nuevos riesgos exigen nuevas estrategias. Nuestra mentalidad militar está incubada y desarrollada en la añeja confrontación Este - Oeste, por lo que debemos encauzar nuestro pensamiento hacia nuevas realidades, donde la comunión de intereses entre sociedad, liderazgo político y fuerzas militares se hace indispensable.

Adenda. La guerra y la política son ramas de un mismo árbol. Para superar el absurdo hay que abrirle espacio a la palabra y establecer las causas de nuestra degradación. La propuesta de algunos precandidatos a la Presidencia sobre una consulta popular debe ser analizada a fondo

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