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Columnistas | PUBLICADO EL 13 enero 2020

ETIQUETADO ES IGUAL A SALUD

Por Miguel Ángel De oro Atencia

Universidad de Sucre.

Facultad de Derecho, 8 °semestre

drmigueldeoro@gmail.com

Con no menos de cuarenta y ocho millones de habitantes en Colombia, Se mantiene en los últimos años con una tasa de obesidad de más de un 20 %. Es esta una enfermedad no transmisible que afecta a más de un tercio de la población mundial. Es así como se hace imprescindible hablar no solo de la educación nutricional que debemos fomentar o la inversión de recursos sustanciales en programas de nutrición y de educación para la salud sino también en leyes específicas.

Si hacemos analogía con el caso chileno, que mantuvo una de las tasas de obesidad más altas de la región. Se logró aprobar en el 2016 la famosa “Ley de etiquetado” que no solo redujo considerablemente los casos de obesidad en el país sino que promovió hábitos alimenticios más saludables. Siendo esta ley promovida también en países como Uruguay y Perú. ¿Pero qué pasa en Colombia? ¿Somos lo suficientemente saludables para no especificar los alimentos altos en grasas, azúcares y calorías? En Colombia sí hubo iniciativa legislativa con el proyecto de Ley 214 del 2018 que establecía claridad en la información nutricional en el etiquetado de ciertos productos, como la comida chatarra, pero con tal infortunio que este proyecto fue archivado por la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

Se rumorea que este proyecto se dilató por cuenta de las grandes industrias de alimentos, que sin dudar lo creo, dado que son fuertes opositoras de la Ley de etiquetado en Colombia, alegando entre otras cosas que la información nutricional es clara. Sin embargo, ¿hace falta volvernos nutricionistas para conocer nuestros alimentos? Puede que sea un buen reto, empero, las grandes marcar de alimentos manejan una información nutricional considerablemente técnica y quizá hasta científica.

Así las cosas, preocupa para Colombia que se haya dilatado una de las herramientas más eficaces y facilitadoras de educación alimentaria que contiene simples sellos de advertencia a la hora de adquirir un producto. ¿Es el Poder Legislativo inoperante o la industria de alimentos cómplices de acrecentar las tasas de obesidad? Afirmo con total convicción, que hay que revivir y avanzar con este tema desde el Congreso de la república, con congresistas dolientes que propendan por maximizar la calidad de vida, y a su vez, considerarnos consumidores saludables con base a toda la información básica nutricional contenida en los productos.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.

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