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Columnistas | PUBLICADO EL 07 febrero 2022

Encuentro de generaciones

Encuentro de generaciones
Por JUAN JOSÉ GARCÍA POSADA - juanjogp@une.net.co
Infográfico

Una gran noticia, el renacimiento de Generación, tradicional suplemento dominical de EL COLOMBIANO, cuando celebramos los ciento diez años de la fundación del periódico. El nombre de esta revista esencial en la difusión de las ideas y las letras, la historia, las artes y las ciencias, reafirma la tradición de este diario en la misión de magisterio cultural, iniciada en 1939, cuando empezó con Miguel Arbeláez Sarmiento y Otto Morales Benítez. Se ha sostenido a lo largo de los años y sigue enriqueciéndose. Generación, que también se llamó Literario Dominical, ha cultivado siempre un fin fundamental del buen periodismo: Propiciar el encuentro de generaciones de lectores, como también de escritores.

Obras capitales de la literatura universal moderna comenzaron a llegarle al público mediante ediciones en serie como folletones o folletines, en Europa y Norteamérica y en nuestro país. El Ulises de Joyce, que apareció hace cien años, empezó por entregas periódicas. Y así también fueron llegándole a la gente obras de autores colombianos, como nuestro Carrasquilla. Los suplementos han acunado novelas que alcanzaron la categoría de clásicas y siguen leyéndose como si todavía estuvieran frescas. Marcan la conexión original entre lo periodístico y lo literario. La pervivencia del género novelesco, del cuento, la poesía, el ensayo y el teatro está asociada en todas partes con publicaciones de la calidad, la constancia y el alcance de esta que EL COLOMBIANO reanuda con un estilo gráfico y unos contenidos acompasados con la época y realizados por un grupo competente de editores, periodistas, asesores y técnicos en diversas artes. La edición de ayer domingo acredita esas cualidades por la pertinencia de sus textos y los aciertos en el diseño. Hay lectura útil y trascendente, para largos ratos felicitarios.

Esta revista dominical ha sido escenario de diálogo, conversación provechosa, como en los años en que tuvimos el Café Literario, donde nos interesaba, ante todo, hablar de cuestiones comunes, sin ánimo de profundizar en los obvios y frecuentes desacuerdos, pero mucho menos con afán de alcanzar acuerdos frágiles. Así prolongamos el arte de las tertulias, con un grupo memorable de tertulianos, que no menciono por temor a olvidos inevitables. Escritor o protagonista eminente de la cultura que llegara a Medellín, pasaba por nuestras páginas y por las instalaciones del periódico: Vargas Llosa, Savater, por ejemplo, nos entretuvieron varias tardes como invitados con el prodigio de su palabra, así como fueron constantes interlocutores Manuel Mejía Vallejo y treinta autores más que le infundieron credibilidad y prestigio al semanario.

La construcción del buen periodismo, testimoniada por EL COLOMBIANO desde hace ciento diez años, tiene como respaldo imprescindible una revista cultural como Generación, que en buenos día y hora renueva la unión con lectores de todas las edades, predilecciones y tendencias estéticas e ideológicas, aquí donde el conflicto generacional ha sido desde hace mucho tiempo el principal factor de discordia. Propiciar el encuentro de generaciones es propósito y estrategia, causa capital de inmenso valor ético y profesional en los tiempos actuales 

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