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Columnistas | PUBLICADO EL 19 marzo 2019

Ellos nos pertenecen

Por: Luisa F. Aristizábal Zuluaga (Universidad Pontificia Bolivariana)
Facultad de Com. Social, 4° semestre luisa.aristi@hotmail.com

Cada día crece el número de adultos mayores abandonados por sus familias que no asumen las responsabilidades y atenciones que ellos necesitan y ven en el abandono en un albergue la solución a lo que consideran una carga, es por esto que la falta de atención y depresión son los problemas diarios de la mayoría de los adultos en Colombia.

A la fragilidad en el acompañamiento que las familias brindan a sus mayores, se le suma la presencia de enfermedades mentales o físicas, que los tornan dependientes por lo que se puede llegar fácilmente al maltrato.

En el país, luego de la hipertensión, la patología más frecuente en adultos mayores es la depresión, puesto que hay una gran inequidad social y económica, con respecto a los adultos, porque no cuentan con una pensión social universal, lo cual los deja aún más desprotegidos y a esto se le agrega que muchos viven en pobreza extrema, con violencia, maltrato, abuso y con un acceso al sistema de salud muy deficiente.

A este panorama económico se le suma la exclusión de la población mayor en el quehacer del país. Muchos suelen caer en depresión, pues se sienten excluidos, inútiles, inservibles y como una carga para sus familias y para la sociedad, en general.

En respuesta a este abandono, en las ciudades y municipios del país se cuenta con albergues que suministran lo necesario para que el adulto mayor reciba todos los cuidados básicos.

Pero estas soluciones no han sido del todo acertadas, porque suplen las necesidades del cuerpo, las materiales, pero no las del alma, las del interior, aquellas que son intangibles pero tan esenciales ; sin embargo ellos no tienen otra opción y con el paso del tiempo se deben resignar y acostumbrar a estos albergues.

Debemos enfrentarnos a esta realidad de la que muchas veces estamos ausentes pero que de cierta manera nos corresponde, las historias contadas por aquellos que viven en el abandono nos debe mover el corazón y la voluntad para valorar y reconocer a nuestros familiares, además visitar a los que permanecen en esta situación; ellos siempre reciben a las personas con mucha alegría y emoción porque a fin de cuentas, las personas que visitan estos lugares se convierten para ellos en familia.

*Taller de Opinión es un proyecto de
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