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Columnistas | PUBLICADO EL 26 febrero 2021

Deforestación incontenible

Por Ramiro Velásquez Gómezramirovego@gmail.com

No le interesa el tema o es incompetente. Sí, porque pese a reiteradas promesas y anuncios del Gobierno Nacional la deforestación de la Amazonia prosigue acelerada afectando sus ecosistemas y, para ajustar, cuatro Parques Nacionales Naturales, uno de ellos Chiribiquete, que es patrimonio de la humanidad.

En este, donde existen reliquias de los primeros pobladores del continente, se deforestaron 1000 hectáreas desde septiembre pasado. Pero no es el único. El PNN La Paya perdió 150 hectáreas de bosques.

¿Poco frente al territorio? No. El informe del Proyecto de Monitoreo de los Andes y Amazonas de Conservación Amazónica mostró que los parques Tinigua y Macarena son los más impactados. De hecho, en los mapas los grandes círculos rojos donde se concentra la tala de esta riqueza atraviesan casi todos sus territorios.

El reporte se centra en los cuatro parques pero el panorama es mucho más complejo. En estas reservas y en general en toda la Amazonia comenzó la temporada de incendios, la quema del bosque deforestado para constituir parcelas para ganadería y otras actividades.

Solo del 15 al 24 de febrero los datos del sistema de información Siatac, con base en satélites de la Nasa, presentan 12 251 incendios, acá sí contando todo el territorio amazónico.

En Caquetá, Guaviare y Meta se concentra gran parte de los puntos de fuego.

Si bien el Gobierno Nacional ha creado figuras para contener la pérdida del bosque, que afecta la inmensa biodiversidad nacional, e incluso hay un Conpes reciente sobre el tema, poco se avanza en el control mientras la mano de quienes causan la tragedia se mueve con celeridad (los particulares se han apoderado ya de 500 000 hectáreas).

La semana pasada, el Forest Peoples Programme, junto a las Facultades de Derecho de Yale (Estados Unidos) y la Universidad de Middlesex (Londres), al presentar la situación de todos los países amazónicos y los indígenas que habitan el territorio, informó que el gobierno de Colombia aprovechó la pandemia para relajar normas de protección de la selva y derechos de los pueblos indígenas: favorecimiento de políticas de expansión de la minería y la agroindustria como sectores para la reactivación económica del covid con claro beneficio empresarial y desmedro ambiental, afectándose además a los pueblos locales.

Le han faltado transparencia y coherencia al gobierno. No es de extrañar: llevamos décadas de promesas incumplidas para salvaguardar nuestros recursos, privilegiando una minoría económica y un extractivismo voraz en una visión cortoplacista letal.

Mala cosa.

Maullido: Y parece que faltan más datos de los falsos positivos... qué horror

Ramiro Velásquez Gómez

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