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Columnistas | PUBLICADO EL 22 enero 2022

Agnotología

Por JULIÁN POSADA primiziasuper@hotmail.com

“La duda es nuestro producto. (La duda) es la mejor manera de competir con el volumen de información que existe en la mente del público en general. También es el medio para crear controversia”. Robert Proctor, historiador científico de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, leyó esta frase en un informe del año 1969 en el que se describía cómo la industria tabacalera vendía sus productos, cómo propagaba la confusión sobre si fumar causaba cáncer y cómo para ocultar los efectos dañinos del tabaco gastaba millones de dólares. Proctor decidió entonces investigar y su estudio y las conclusiones que derivó del mismo lo llevaron a crear la palabra agnotología: “para estudiar la difusión deliberada de la ignorancia”. Materia en la que parece son expertos la gestora (ahora con columna de opinión en la radio) y su cónyuge.

Agnotología es un neologismo que se acuñó en 1995, es una palabra que desconocía y descubrí gracias a un amable lector y ante la curiosidad que me produjo decidí consultar. ¡Oh, sorpresa! La primera referencia que encontré fue esta: “es la ciencia de sembrar la confusión y el engaño para vender productos” a través de actos deliberados. Para lograr hacerlo se apela a la generación de confusión como una de las claves para propagar la ignorancia. Como sucede, por ejemplo, cuando el burgomaestre tilda a los empresarios de “mafiosos” sin prueba o argumento alguno.

La etimología de la expresión tiene su origen en la palabra del griego agnosis, que se refiere a la ignorancia o al “no conocimiento”, y en ontología, que es la rama de la metafísica que trata la naturaleza del ser.

Dice Proctor: “Exploré cómo las industrias poderosas pueden promover la ignorancia para vender sus productos. La ignorancia es poder... y la agnotología es la creación deliberada de ignorancia”. ¿Les suena familiar?

“La ignorancia no es solamente lo aún no conocido, es también una estratagema política; una creación deliberada de agentes poderosos que quieren que no sepas”. “Vivimos en un mundo de ignorancia radical y lo increíble es que cualquier tipo de verdad atraviesa el ruido”.

Cuando mucha gente no entiende o desconoce un concepto o un hecho, se propaga la ignorancia. Sociedades científicamente analfabetas son perfectas para diseminar ideas erradas acerca de la redondez de la tierra o el cambio climático. Este fenómeno también sucede cuando grupos políticos o marcas comerciales trabajan arduamente para crear confusión sobre un tema. Así lo han hecho troles y bodegas en estos dos últimos años y también, al parecer, periodistas y revistas esclavos de la pauta.

David Dunning es otro académico que estudia el fenómeno y afirma: “Internet está ayudando a propagar la ignorancia. Es un lugar donde todo el mundo tiene la oportunidad de ser su propio experto, lo cual nos convierte en presa de los poderosos intereses que pretenden difundir la ignorancia deliberadamente”. Añade: “Lo que me preocupa no es que estemos perdiendo la capacidad de tomar nuestras propias decisiones, sino que tomarlas se esté convirtiendo en algo demasiado fácil”.

Parafraseando a Dunning, quisiera decir que Quintero es el ejemplo perfecto de la agnotología al sugerir soluciones fáciles que son o falsas o inviables o inconstitucionales 

Si quiere más información:

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