Los primeros mensajes que dio Ricardo Roa, una vez asumió la presidencia del Grupo Ecopetrol, llenaron de incertidumbre a los inversionistas, y de paso golpearon el valor de la acción de la compañía en el mercado bursátil.
Casi 24 horas después de haber tomado las riendas de la petrolera estatal, sus polémicos anuncios sobre descartar la firma de nuevos contratos o la posible importación de gas natural desde Venezuela derivaron en el desplome de los ADR (American Depositary Receipts) de la compañía en la bolsa de valores de Wall Street, cuyos títulos cayeron 12,94% a US$9,82, que además iniciaba su periodo exdividendos.
Un similar comportamiento de la acción se registró en la operación de este martes en la Bolsa de Valores de Colombia, donde el título de la petrolera cayó 6,29% al pasar de $2.385 (registrado en la jornada del lunes) a $2.235 de ayer.
Aumentar la producción con la operación actual
“Hay 85 convenios vigentes para seguir buscando sin la necesidad de firmar nuevos contratos de exploración”.
De entrada, Roa aseguró que no se necesita firmar nuevos contratos para aumentar la producción de crudo. “Entre 2014 y 2018 el país no firmó un solo convenio para desarrollo petrolero, sin embargo el país incrementó su producción gracias en buena medida al recobro mejorado. El bombeo pasó de 720.000 barriles promedio día (bpd) a 860.000 bpd”, dijo, y subrayó que apelarán a esta técnica para incrementar el nivel de extracción del 8% al 22%. Al respecto, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), explicó que el no asignar nuevos bloques para desarrollo petrolero significa la pérdida de la seguridad energética a la vuelta de 10 a 15 años, así como la pérdida de unos recursos importantes para el país, que es el 20% de los ingresos fiscales y los ingresos de regalías importantes para las regiones. Así mismo, recalcó que del total de bloques a explorar solo el 20% tiene éxito.
No se descarta aumentar las importaciones de gas natural
“El gas de Venezuela es una opción ya que en un escenario crítico garantizará la seguridad energética del país”.
En este punto, Roa dejó en claro que la importación de gas solo se daría si se presenta un escenario crítico, en donde la oferta local no pueda cubrir ese creciente consumo. Así, la planta regasificadora del Caribe, la de Buenaventura y el gasoducto José Antonio Ricaurte entrarían a cubrir el déficit que no atienda la producción local. “Lo que define si se deben importar mayores volúmenes del combustible, incluso el del vecino país, es un escenario de demanda crítico. El importar gas tiene que ver con la seguridad energética del país”, dijo. Para Inés Elvira Vesga, partner en Holland & Knight, el propósito de tener una alternativa de abastecimiento del combustible desde el otro lado de la frontera “tiene sentido si la exploración en Colombia fuese infructuosa, es decir, si la dependencia energética sea por causas reales y no por decisiones políticas que nos vuelvan un país dependiente energéticamente”.
La puerta para desarrollar fracking no queda del todo abierta
“Si el proceso es sostenible hay que repensarlo. Hay unos contratos para hacer los pilotos, pero estos hay que revisarlos”.
El nuevo presidente de Ecopetrol no fue claro con respecto al desarrollo del fracking y si se debe desarrollar o no la técnica. Y más, cuando anunció la revisión de los contratos de los proyectos piloto. “En un futuro, dependiendo de si los desarrollos tecnológicos lo permitieran, sin afectación, sin gran impacto en los ecosistemas, en los recursos hídricos, cabría la alternativa de repensarlo”, dijo. Según Roberto Paniagua, analista de Oil & Gas de Casa de Bolsa, más que esperar los resultados de los pilotos en el país, solo basta con estudiar la operación de Ecopetrol en la cuenca Permian (EE. UU.) para ver los beneficios desde el puntos de vista social y ambiental. “Representa una oportunidad de una rápida incorporación de recursos debido al ciclo corto de sus activos en una operación sostenible. Además, ofrece la posibilidad de diversificar geográficamente su producción para incorporar reservas”, dijo.
Superar los resultados con mayor eficiencia y ahorro
“No vamos a matar a la gallina de los huevos de oro, en adelante la cuidaremos con mejores prácticas”.
Para el líder empresarial, es un gran reto superar los resultados que dejó la anterior administración, incluso superar la vara que dejó establecida el anterior presidente; sin embargo, afirmó que “tenemos formas de ser más eficientes y competitivos en nuestros procesos, todavía no estamos en el punto óptimo de generar valor en la extracción, producción, levante del crudo, en los costos de los diluyentes, en la logística pensada para la distribución de combustibles en todo el país, donde hay ventanas de oportunidad para hacer más eficiente la explotación de estos recursos”, indicó. Para Mariana Villegas, asociada senior en Energía de Baker McKenzie, el desafío será mantener “el alto desempeño financiero, humano y técnico de la organización, con independencia, de modo que pueda seguir siendo una pieza central para las finanzas del gobierno, al tiempo que siga siendo una compañía líder en la transición energética”.
Salto del gas natural al hidrógeno verde y azul
“El país cuenta con 8 años en reservas de gas, pero se puede transitar al consumo del hidrógeno el cual se desarrolla de forma eficiente en Colombia”.
Para fortalecer la descarbonización no solo en la oferta, sino también en la demanda, Roa anunció el reemplazo del gas natural por las energéticos como el hidrógeno verde o el hidrógeno azul. “La sustitución de las energías fósiles es un reto muy grande y que se debería enfocar en el desarrollo de energías renovables o energéticos limpios”, dijo. Al respecto, Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, recalcó que en la medida que el país deje de explorar y no se consigan nuevas reservas, y a pesar que se hagan anuncios de que se aumentará la producción con los actuales activos por recobro mejorado, estas alternativas limpias aún están en una fase temprana y no remplazarían de manera eficaz y efectiva a los combustibles fósiles. Hay que seguir con la operación, mas con la firma de nuevos contratos para mantener la posibilidad a corto o mediano plazo de no perder nuestra soberanía energética”.