Los bonos soberanos de América Latina atraviesan un buen momento. Eso porque el mercado viene experimentado una considerable moderación del riesgo país, medido a través del Emerging Market Bond Index (EMBI), de JP Morgan. En el caso de Colombia, este indicador se contrajo 7,3% a cierre de julio de 2025, frente a diciembre del año pasado.
La baja del riesgo país en la mayor parte de países latinos fue evidente, según un análisis de Bloomberg. De hecho, al cierre del 31 de julio, el índice promedio regional bajó un 11,7%, al pasar de 427 puntos en diciembre a 377.
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De acuerdo con ese diario internacional, la tendencia a la baja fue generalizada, con excepciones notables como Argentina, donde su perfil de riesgo subió un 15%; y en El Salvador, un 7,7%. Esos fueron las únicas economías que experimentaron un repunte en los primeros siete meses de 2025.
¿Cómo le fue a Colombia?
Colombia cerró julio de 2025 con un riesgo país de 306 puntos, una baja moderada frente a los 330 puntos con los que inició el año, según el EMBI. Esta reducción de 24 puntos básicos representa una caída del 7,3%, lo que a simple vista refleja una mejor percepción de los mercados sobre la estabilidad financiera del país.
La cuestión es que el descenso no fue tan notable como en otras economías sudamericanas, por ejemplo, la mayor reducción fue en Ecuador, con 34,4%; le sigue Bolivia, con 29,61%; y hasta Venezuela, con 20,07%.
De hecho, Colombia ocupó la décima casilla entre 17 economías medidas. Un punto a favor es que se mantuvo por debajo del promedio regional, que al cierre de julio fue de 377 puntos, como se mencionó antes.
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Esto ya supone para algunos analistas que Colombia se posiciona como un destino de riesgo medio dentro del espectro latinoamericano.
José Manuel Restrepo, rector de la EIA, sostuvo que en el mercado de América Latina hubo una calma en la percepción de riesgo: “Casi todos los países bajaron su perfil de riesgo”.
Añadió: “Esto es reflejo de lo que está pasando en el mundo. Se está viendo un perfil de riesgo más alto en los Estados Unidos por su realidad fiscal y de cuenta corriente, la inflación y la desaceleración”.
Además, el académico considera que no hubo un mal resultado para Colombia, dado que las calificadoras de riesgo ya habían descontado las decisiones del Gobierno Nacional en materia de regla fiscal, por esa razón varias bajaron la perspectiva de estable a negativa para el segundo semestre del año pasado.
Lo cierto es que Colombia aún se encuentra lejos de los niveles de riesgo más bajos de la región, como Uruguay (78 puntos) o Chile (107 puntos), lo que indica que todavía hay un espacio para grande para mejorar.
Finanzas estatales en deterioro
La evolución del riesgo país en lo que resta del año dependerá en buena medida de cómo el Gobierno Petro maneje el gasto público, la implementación de reformas y la relación con el sector privado.
La cuestión es que ya hay pesimismo de parte de algunos analistas. Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá considera que el presupuesto para 2026 está desfinanciado en $26 billones y que hay un aumento en las pretensiones de gasto en 6%.
Razón por la que dichos analistas vaticinan que si no se aprueba la reforma tributaria para recaudar el faltante, entonces el déficit alcanzaría máximos históricos de -8,2%.
Tras esa realidad, algunas calificadoras han ido tomando decisiones. Moody’s Ratings bajó la calificación de deuda soberana de Colombia de Baa2 a Baa3, el nivel más bajo dentro del grado de inversión.
Aunque la calificadora mejoró la perspectiva de negativa a estable, el mensaje de fondo es claro: las finanzas públicas están en deterioro.
No obstante, algo que puede jugar a favor del Ejecutivo es la reactivación de la economía. Los analistas de Bancolombia proyecta que para el segundo trimestre (abril - junio) de 2025, el PIB se expanda un 2,9% anual. Esa es una visión optimista respecto al consenso de los analistas, que esperan un crecimiento de 2,4%.
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