Esta semana el presidente de Colpensiones, Jaime Dussán, participó en un Foro de Pensional de Asofondos, gremio de los fondos privados. El funcionario aprovechó el espacio para tratar de limar asperezas, pero se mantuvo firme en su idea de que las reformas pensional y laboral del Gobierno Petro son necesarias.
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Llamó la atención un comentario en el que apuntó que si la reforma laboral no tiene luz verde, habrá más adultos mayores dependientes de los subsidios en Colombia. En concreto, dijo: “Hay 14 millones de colombianos que entran a Colpensiones, que son de los fondos privados, que están en Colpensiones otros, y que no cotizan”.
Entonces, continuó, “esa preocupación es grande porque, si no lo hacen, si no se aprueba la reforma laboral y no hay estabilidad en el empleo colombiano, no hay cotizaciones, seguramente aumentaría el número de 3 millones de colombianos que no pueden pensionarse y van por el bono pensional (sobre la transferencia monetaria de Gobierno) que el presidente Petro decretó y significa $225.000”.
Según sus cálculos, podría haber hasta 5 o 6 millones de adultos mayores en esa condición “si no logramos ajustar la responsabilidad del Gobierno, el Estado, los empresarios del país, la economía informal, para avanzar en ese campo”.
El comentario tiene dos sentidos. El primero, es que del total de personas que pasarán de fondos a Colpensiones hay cerca de 9 millones que no cotizan activamente –y se suman a los que ya están en Colpensiones y tampoco lo hacen– y de no formalizarse y empezar a hacer aportes con regularidad se volverán un dolor de cabeza en el marco del nuevo sistema de pensiones.
La reforma no ayudaría a crear formalidad en Colombia
El segundo, es que formalizarlos depende de que se apruebe la reforma laboral del Gobierno Petro. Pero a decir por lo que afirman expertos, ese proyecto no arreglaría la situación, porque solo mejoraría las condiciones laborales de los trabajadores que hoy tienen un contrato formal y no crearía empleo ni empujaría a más personas hacia la formalidad.
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De hecho, así lo considera Andrés Velasco, presidente de Asofondos: “Para nosotros no es una reforma que tenga como propósito la generación de empleo y formalidad, y decimos que hace falta una visión de una reforma laboral que pretenda mejorar las condiciones para la generación de empleo y de formalidad”.
Los llamados también se han dado desde Fenalco, cuyo presidente, Jaime Alberto Cabal, ha dicho que “la reforma laboral que se está discutiendo a las carreras y sin debate en el Congreso, no piensa en los 2,7 millones de colombianos que hoy no tienen un trabajo”.
A juicio de Cabal, la iniciativa tampoco piensa en los 450.000 desempleados que se podrían generar como resultado de un aumento de costos, que en una mipyme, sería cercano al 30%.
Se afectaría a empleados de planta con reforma laboral
La visión la comparte el centro de estudios económicos Anif, que si bien referencia cómo la reforma “persigue un objetivo noble”, a su vez “podría repercutir en un aumento de la informalidad al aumentar los costos de vinculación de empleados formales. Incluso puede empujar fuera de los contratos laborales a los empleados de planta. Además, hay menores incentivos a contratar, lo que podría resultar en mayores tasas de desempleo”.
Todo esto iría en contravía de lo que necesita el sistema pensional, que es precisamente más empleados formales que coticen. “La formalidad le sirve al Gobierno Nacional por los ingresos fiscales, pero también para localizar políticas públicas que lleven a la población a superar umbrales importantes en igualdad, pobreza y equidad. También les sirve a las empresas para acceder a muchos más servicios”, ha dicho Velasco, de Asofondos.
A agosto de 2024, Colombia registró una tasa de desempleo del 9,7%. En total hay 2,5 millones de personas desocupadas, y a su turno la tasa de quienes tienen una ocupación informal sigue alta: 55,9%.