El mandatario sostuvo que su gobierno está sentando las bases de una paz duradera en la región al avanzar con la navegabilidad del Río Magdalena, la extensión de la universidad pública y trazar el plan ferrocarril.
Petro volvió a hablar del crear el departamento del Magdalena Medio. Lo hizo desde su cuenta de X (antes Twitter) y en respuesta al anunció de gobernadores de esa región del país de enviar una misiva para solicitar una reunión urgente ante la difícil crisis de seguridad que enfrentan esos territorios.
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La cuestión fue que Petro argumentó que formar ese solo departamento ayudaría a formar una zona con buen flujo de inversión. Y aseguró que su gobierno está sentando la bases de una paz duradera en la región al avanzar en proyectos como la navegabilidad del Río Magdalena, la extensión de la universidad pública y trazar el plan del ferrocarril.
La pregunta inmediata que surge es, ¿qué tan cierto es el avance de dichos planes? EL COLOMBIANO hizo un seguimiento a dichos proyectos y encontró que hay rezago.
El proyecto de navegabilidad del Río Magdalena es uno de los más mencionados en el Plan de Desarrollo del gobierno de turno. En palabras sencillas, su objetivo es convertir ese caudal en el eje centra del transporte multimodal en Colombia. Hacer del río un corredor logístico con infraestructura y demás para el beneficio de los departamentos y 69 municipios.
Abarca la recuperación de la navegabilidad a lo largo de 668 kilómetros, desde Barrancabermeja (Santander) hasta Bocas de Ceniza, en Barranquilla (Atlántico).
Juan Pablo Remolina, director ejecutivo de ProSantander, explicó que los estudios y diseños de las obras rígidas del proyecto muestran retrasos significativos. “Nada que los entregan. Supuestamente se entregaban en diciembre y no hay luces que esos estudios se vayan a hacer realidad. Se van a quedar en los anaqueles si no se les asigna los recursos”, indicó en su cuenta de X.
EL COLOMBIANO confirmó esa premisa con Lucas Ariza, director de Asoportuaria, que ha hecho seguimiento y se ha reunido en diversas ocasiones con Corporación Autónoma Regional del Río Grande del Magdalena (Cormagdalena) para revisar los avances de las obras.
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El líder gremial dijo que hay avances, pero reconoció retrasos. El mayor rezago está en los estudios y diseños de las obras hidráulicas. Son importantes porque de estas depende que los canales de navegación sean más estables y reducir el dragado, como hoy se carece de estas obras se siguen acumulando los sedimentos y, por ende, se requiere mantener las labores de eliminación de residuos de forma permanente.
“Lo que es la navegación de Barranquilla hasta el canal del dique, hasta Barrancabermeja, no están esas obras y el tramo portuario de Barranquilla tampoco. Cormagdalena nos dijo en una reunión reciente que en abril o mayo deben entregarse los resultados de los estudios”, sostuvo Ariza.
Por ahora se desconoce el valor certero de esas obras y cuáles exactamente se necesitarían. “Sí ha tenido unos retrasos, pero son normales en la ejecución del contrato”.
El gran reto será conseguir los recursos para ejecutar esas obras, ya que es claro que el Gobierno enfrenta serios problemas fiscales. Asoportuaria estima que el avance del proyecto es del 50%.
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Puntualmente se avanzó en mantener el dragado en la zona de Barranquilla. Se pasó de una inestabilidad en las condiciones de navegabilidad a tener casi dos años de una conducción positiva para esa zona.
Otro componente con avance es la construcción de dragas para el tramo de fluviales, que Cormagdalena ya compro. El rezago está en la draga marítima, pues se hizo un estudio, pero no se ha ejecutado, al parecer por falta de recursos.
Además, según datos de la Federación Nacional de Navieros (Fedenavi), la carga fluvial ha caído un 26,6% entre 2022 y 2024, periodo en que asumió la riendas del país el actual gobierno. De hecho, algunos estiman que el proyecto no estaría listo en 2026.
El mandatario señaló que ha extendido la universidad pública. No obstante, en su Consejo de Ministros de hace un mes sostuvo que el Ministerio de Educación es la cartera con mayor incumplimientos. Y añadió que ha quedado mal en el 95% de sus compromisos asumidos.
Si se da un balance sobre su bandera principal que es ampliar los cupos universitarios. El Ejecutivo pretendía aumentar en 500.000 cupos en la universidades en su cuatrienio. No obstante, a principios de febrero, el propio ministro Daniel Rojas reconoció en su cuenta de X (antes Twitter) que esas matriculas apenas han subido 122.000. En otras palabras, ese cumplimiento ha sido del 24,4%.
Pese a que el cumplimiento es bajo y al gobierno le resta un poco más de un año de mandato para cumplir, hay voces que sugieren que ese crecimiento en los estudiantes se debe al esfuerzo de esta administración.
José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, indicó: “De todas maneras, eso no implica nuevos cupos, no se han creado, y no ha pasado porque los nuevo cupos implicarían más recursos para la universidad pública para poder ofrecerlos”.
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Según el académico, el aumento de las matriculas obedece al repunte de la dinámica económica, pero no puede considerarse como una nueva oferta las instituciones educativas.
Quizá es el punto en el que mejor desempeño ha tenido el gobierno está en la reactivación del sistema férreo. A corte del año pasado se informó que el país cuenta con 3.533 kilómetros de infraestructura férrea, de los cuales el 31% se encontraban operativas; 1.734 km son administrados por el Instituto Nacional de Vías (Invías), 1.610 km por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y 189 km hacen parte de la red férrea privada de Cerrejón.
La Ani ya opera con eficiencia 1.024 kilómetros, garantizando su óptimo rendimiento comercial y logístico Bogotá-Belencito, La Dorada-Chiriguaná y Chiriguaná-Santa Marta.
Además el Corredor férreo Chiriguaná-Santa Marta de 246 km, bajo la administración del concesionario Fenoco, que en 2023 movilizó 30,9 millones de toneladas de carga.
Según el Ministerio de Transporte, con la reactivación de este modo se propiciaría una reducción, en promedio, de 26% de los costos de transporte en el país, el aumento de la competitividad, así como el fortalecimiento y optimización de la cadena logística de mercancías.
La reacción del empresariado sobre la propuesta del mandatario fue de rechazo. Nicolás Posada, presidente del Intergremial del Antioquia, manifestó la propuesta obedece a “crear una nueva red de burocracia y despilfarro para la Nación”.
Contrario a lo que el presidente manifiesta, Posada considera que hay un abandono que muchas regiones del país, “que sufren por cuenta de la baja ejecución del Gobierno y por el carrusel de la corrupción nacional que deja a muchos municipios sin recursos”.
Agregó que separar al Magdalena Medio de Antioquia sería sentenciar a esa región al abandono estatal y presupuestal, lo que podría incidir en el incremento de la desigualdad, la pobreza y la violencia.
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Según cifras de Antioquia Cómo Vamos, el Magdalena Medio aporta el 1,7% de todo el Producto Interno Bruto (PIB) departamental. Eso significa que es la subregión con el menor aporte a la economía antioqueña.
Sus principales actividades económicas que aportan a su PIB son: comercio, reparación; transporte y alojamiento (13%), industrias manufactureras (16%), y explotación de minas y canteras (26%).
