En varios encuentros internacionales, el presidente Gustavo Petro ha propuesto hacerle unos ajustes a las entidades multilaterales, entre ellas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que a través de ellos la inversión en la lucha contra el cambio climático se traduzca en un abono a la deuda pendiente que los países emergentes tengan pendiente con los desarrollados.
Aunque el nombre del FMI resuena con frecuencia, su labor no siempre está detallada en cada artículo de prensa que se cita sus previsiones, recomendaciones o desembolso de créditos.
La creación del FMI se planteó desde 1944 como una entidad para promover la cooperación y la estabilidad económica, por eso los expertos que integran esta entidad hacen revisiones de la política fiscal y monetaria de los países miembros, que actualmente son cerca de 190, incluida Colombia.
Es así que puede enviar comisiones de especialistas a revisar cómo se está desempeñando una Nación en aspectos como la inflación, los impuestos, la tasa de cambio y el endeudamiento. Como su misión es velar por la estabilidad financiera, esos emisarios dejan recomendaciones a los encargados de la política económica, de tal manera que hagan los ajustes necesarios.
Lo anterior va muy alineado con el contexto en el que nació la entidad, puesto que la idea de los fundadores consistía en evitar a toda costa los efectos que vivió el mundo durante la Gran Depresión y después de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora bien, la otra parte del trabajo del FMI consiste en brindarle apoyo a los países miembros que tienen dificultades mediante créditos. Esos fondos salen de unas cuotas que deben aportar los integrantes, que es más elevada en el caso de los más desarrollados. Por ejemplo, EE. UU. hace el aporte más grande teniendo en cuenta que es la primera economía del mundo.
Lo que ha dicho Petro
La idea del presidente consiste en que, a cambio de la inversión que los países emergentes realizan para cuidar el medio ambiente y descarbonizar la economía, las entidades multilaterales emitan unos Derechos Especiales de Giro, unos papeles que, según se entiende, representarían el valor invertido en ese cuidado de los ecosistemas. Y de esa manera, los países acreedores recibirían ese derecho de giro como un abono a la deuda pendiente.
¿Implicaría esto que el Derecho Especial de Giro —que representa la inversión climática— se deduzca de la cuota que entregan los miembros al FMI? Tal vez sea parte de lo que lleguen a discutir quienes acepten la propuesta de Petro.
Cabe mencionar que Colombia es accionista de seis bancos multilaterales y solo en 2022, estas entidades supranacionales le desembolsaron al país US$7.270 millones.