Es un hecho que el bitcoin y las llamadas criptomonedas cada vez son más conocidas y, por ende, ganan más confiabilidad para invertir e incursionar en dicho mercado. En Medellín hay establecimientos comerciales, eventos de formación e incluso cajeros para esta clase de monedas, lo que ha consolidado a la capital antioqueña como un sitio para recibir a los inversores de cripto activos.
Este mercado comenzó en 2009 con el surgimiento de bitcoin. Es una forma de dinero digital que a diferencia de las monedas tradicionales como el dólar o el euro, no es emitido por un gobierno o una autoridad central, sino que es descentralizado y opera en una red de computadoras distribuidas en el mundo.
Los inversores de monedas digitales conocen muy bien de la adaptación que ha hecho Medellín alrededor del universo de las critomonedas. Y es que según datos de la Dian, el 15% de los establecimientos ubicados en Colombia que reciben divisas digitales como forma de pago están ubicados en la capital antioqueña. En Colombia, puede haber alrededor de 40 cajeros de esta clase, siendo Bogotá la que más alberga, con 21.
Ya hay restaurantes, cafeterías, hoteles, peluquerías, gimnasios y joyerías que aceptan pagos en cripto divisas. Incluso, se pueden realizar compras con monedas digitales en reconocidas cadenas como Éxito, Carulla y Jumbo, Metro y Falabella.
Eso no es todo, retirar ese dinero no será un problema en la capital antioqueña, pues según la aplicación Coin Atm Radar, que permite rastrear servicios para los inversores de cripto activos, en Medellín hay cinco cajeros para retirar criptomonedas. Están ubicados en los centros comerciales Monterrey, Vizcaya, y en Mall Zona Dos (El Poblado), también en la terminal sur del Aeropuerto Olaya Herrera.
¿Cómo crecieron las criptomonedas?
Los expertos defienden que este mercado ha ido ganando popularidad por múltiples ventajas como el anonimato que brinda en las transacciones, la seguridad que ofrece la criptografía para verificar y validar los envíos de dinero, además de un mayor crecimiento de la accesibilidad al sistema alrededor del mundo, como se evidencia en Medellín.
Y quizá la más importante es la valorización que ha ganado dicha moneda. En 2011, un bitcoin equivalía US$1, hoy ese cambio está muy por encima. La semana pasada superó por primera vez en dos años los US$52.000 y su capitalización se ubicó por encima del billón de dólares. En la mañana de hoy registraba un precio de US$51.240.
Pero su gran valor en el mercado ha sido aprovechado por delincuentes y estafadores. Recientemente, se conoció que un colombiano fue judicializado por presuntamente robar a una compañía estadounidense dedicada al intercambio de criptomonedas. El hombre habría aprovechado su cargo como socio minoritario para adueñarse de US$1,25 millones.
Sin embargo, no es extraño que las grandes ciudades, el comercio y los empresarios estén cada vez más interesados en abrir el mercado a las cripto divisas, que ya registran cerca de 10.000 en dicho sistema.
Las cifras dan cuenta de ese avance, por ejemplo, el año pasado las transacciones mensuales de monedas digitales en Colombia alcanzaron los $800.000 millones. Y según el ranking Global Crypto Adoption Index 2023, el país es el tercero en Latinoamérica y 32 en el mundo en la implementación de criptomonedas.
Ante la adaptación de la moneda en el país, hay todavía discusiones abiertas. Un debate es su regulación: esto por la percepción de riesgos que algunas entidades han expresado ante el lavado de activos y la volatilidad de los cripto activos.
Ante el tema, el Banco de la República y la Superintendencia Financiera ya se han pronunciado y han limitado e incluso prohibido la interacción entre los cripto activos y el sistema financiero tradicional colombiano.