Miles de jóvenes se reunieron en Roma para una vigilia histórica con el Papa León XIV durante el Jubileo de la Juventud 2025.
En una escena que recordó los grandes encuentros de Juan Pablo II, por lo menos un millón jóvenes católicos de 146 países se dieron cita este sábado 2 de agosto en Tor Vergata, al este de Roma, para vivir una vigilia de oración inolvidable con el papa León XIV, en el marco del Jubileo 2025.
El evento, rebautizado por la televisión italiana RAI como el “Woodstock católico”, fue el punto culminante de este Año Santo, que la Iglesia celebra cada 25 años.
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Desde temprano, peregrinos entre los 18 y 35 años ocuparon el extenso campo de 50 hectáreas con mantas, sombrillas, mochilas y banderas multicolores. A las 8:00 de la noche hora local, el helicóptero papal aterrizó entre vítores y gritos de alegría: “¡El Papa está aquí!”, anunció la organización, desatando una ola de emoción.
“Estamos tan felices de estar aquí. Ver al papa es una oportunidad única en la vida”, dijo a AFP Julia Mortier, una joven francesa de 18 años, algo afónica de tanto cantar.
El papa León XIV, sonriente y cercano, inició el encuentro con una invocación al Espíritu Santo. A continuación, se sumó al rezo colectivo inspirado en el Evangelio de los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35), seguido de un momento solemne de adoración eucarística.
Durante el diálogo con los jóvenes, respondió preguntas en español, italiano e inglés sobre temas que atraviesan la vida de millones de ellos: la amistad verdadera, la decisión valiente y la búsqueda del bien en un mundo incierto.
“Nuestra vida comienza con un vínculo y es a través de los vínculos que crecemos... Pero cuando los instrumentos dominan al hombre, el hombre se convierte en instrumento: un instrumento de mercado”, advirtió sobre el peligro de las redes sociales y algoritmos.
Sobre el valor de decidir, el papa fue claro: “La valentía de elegir surge del amor que Dios nos manifiesta en Cristo. Él es el Amor de Dios hecho hombre”.
También tuvo un momento de conmoción al recordar a María (20 años, España) y Pascale (18 años, Egipto), jóvenes fallecidas durante el Jubileo. “Ambas eligieron venir a Roma... la muerte se las ha sorprendido en estos días. Que Jesús resucitado las acoja en la paz y la alegría de su Reino”.
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Al caer la noche, Tor Vergata se transformó en un altar viviente de fe y esperanza. Con luces, velas, cantos y reflexiones, los peregrinos compartieron un mismo deseo: encontrar a Jesús.
“Quienes te encuentran también quieren que otros te encuentren... tu palabra es una luz más brillante que cualquier estrella”, proclamó León XIV al final de su discurso, antes de impartir la bendición a los jóvenes de las 146 naciones.
La jornada se selló con una velada bajo las estrellas que miles planearon pasar allí, durmiendo al raso para participar en la gran misa de clausura este domingo, también presidida por el papa.
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El espacio que acogió la Jornada Mundial de la Juventud del 2000 volvió a vibrar con cánticos, testimonios y oración. Delegaciones de Colombia, México, Brasil, Filipinas, Nigeria, España, Canadá y más compartieron su entusiasmo.
“Esto puede cambiar generaciones que hoy están alejadas... Aquí vemos que la verdadera alegría tiene rostro y se llama Jesucristo”, dijo Luisa Navarro, de Colombia.
Por su parte, el mexicano Zeltzin Corrales Amaro lo resumió así: “Sé que este es un momento de nuestra Iglesia que solo sucede cada 25 años... me fortalece a mí y a mi comunidad”.
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Desde la Comunidad Shalom hasta el Camino Neocatecumenal, pasando por la Renovación Carismática, los movimientos juveniles católicos fueron protagonistas de esta fiesta global de la fe. Artistas cristianos llenaron de música el ambiente, mientras voluntarios distribuían agua, alimentos y protección solar ante el abrasador verano romano.
El día anterior, el Circo Máximo se convirtió en un confesionario al aire libre, donde mil sacerdotes atendieron en más de 10 idiomas a decenas de miles de jóvenes, reafirmando que el Jubileo no es solo celebración, sino también reconciliación y cambio de vida.
Este encuentro es el primero con jóvenes del nuevo papa León XIV, sucesor del querido Francisco, fallecido en mayo a los 88 años tras 12 años de pontificado.
“Esperamos que el papa consiga difundir su mensaje incluso en los países del tercer mundo”, dijo a AFP Samarei Semos, de Belice, quien viajó tres días hasta Roma.
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