Latinoamérica quiere ser líder en energías renovables

El sector apunta a que en 2030 se descarbonice la región. Expertos dicen que hay cosas por ajustar.

Varios países de la región tienen proyectos solares en marcha. Uno de ellos es Colombia, en el que La Guajira es pionera en la ejecución de estos sistemas. FOTO Esteban Vanegas

Carlos López

10 de julio de 2021

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Las políticas encaminadas hacia la descarbonización de América Latina para 2030 deberán enfocarse en hacer de la región una de las líderes en generación y aprovechamiento del hidrógeno verde, considerado la energía del futuro.

Así lo hizo notar Javier Pastorino, director de Siemens para Argentina, Chile y Uruguay, durante Latin America Energy Week, encuentro en el que 49 actores de este sector se abocaron a revisar las oportunidades y potencialidades del vencidario latino en cuanto a fuentes de generación renovables no convencionales

Allí confirmaron que este lado del continente tiene alta probabilidad de ser un epicentro relevante en cuanto a parques generadores libres de emisiones atmosféricas.

Algunas experiencias

“El sector de la energía global está enfrentando grandes transformaciones. Brasil es una de las matrices más limpias y renovables”, dijo en el evento el ministro de Minas y Energía de ese país, Bento Albuquerque, resaltando que Naciones Unidas reconoció a su nación como líder en esta transición a nivel regional.

En esta conversación también apareció Colombia, nación que le está poniendo sus fichas a la transición energética y se ha enfocado en realizar subastas para cubrir la demanda con una mixtura de fuentes limpias, entre las que destacan la fotovoltaica.

En atención a este salto, se prepara el Congreso Internacional de Energías Renovables y Rueda de Negocios, previsto entre el 11 al 13 de agosto. Allí expertos hablarán de financiación, tendencias y nuevas oportunidades para el sector.

La situación actual en el ámbito local, describe Germán Corredor, director ejecutivo de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), se “está viviendo a plena marcha con un proceso de transformación energética, estamos en las primeras etapas, pero avanzando a pasos acelerados sobre todo en aspectos normativos y legales”, le contó a este diario.

El hidrógeno verde

Cómo se había mencionado, el hidrógeno se está perfilando como la energía futurista.

De ahí que Pastorino haya hecho hincapié en que “las políticas y estrategias tienen que encontrarse el día de hoy para poder tener un papel de liderazgo en el proceso de descarbonización”.

Este paso, según el experto, se dará especialmente en el sector transporte, y ya están desarrollándose proyectos como el Haru-Oni, en Chile, el cual aprovecha los constantes vientos en la región de Magallanes. Y en su fase piloto, con la producción de metanol, espera alcanzar unos 750.000 litros por año para el 2022 (ver Paréntesis).

En Colombia, del mencionado elemento también se está hablando. Corredor resaltó que la ley que se acaba de aprobar en el Congreso, de Transición Energética, “incluye temas novedosos para el país como el hidrógeno, almacenamiento de energías y fuentes renovables que van a tener incentivos tributarios”, lo que atraerá más inversiones.

Por otro lado, en ese escenario de diálogo, los especialistas indicaron que en energías renovables no convencionales como la biomasa, eólica y geotérmica hay programas en países como México, Argentina, Brasil y Colombia.

El docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, Andrés Emiro Díez, le explicó a este diario que por su diversidad, el territorio colombiano tiene ventajas para trabajar esas energías: “En La Guajira están la eólica y la solar; en la Cordillera central tenemos una posición importante con la geotérmica; y en la Amazonía y Llanos orientales hay grandes recursos de producción no convencional y las comunidades están conectadas con eso”.

¿Qué falta por ajustar?

Corredor cree que Colombia “es bastante atractiva en comparación con otros países de la región, y por eso vienen tantos inversionistas acá”. En efecto, tras los análisis en los nueve paneles de Latin American Energy Week, se invitó a revisar estos marcos. Y, otro ajuste es en el hidrógeno verde, ya que hay que encontrarle nueva financiación. Por ahora, en las renovables no convencionales, el país trabaja en su tercera subasta y en mayor entrada de la banca al sector

750.000

litros de e-metanol por año, en 2022, planea en piloto el proyecto Haru-Oni, en Chile.