El crecimiento de la economía podría estar entre 2,5% y 2,8% en 2026, ligeramente superior al de este año.
Las perspectivas económicas de Colombia para el próximo año parecen alentadoras.
El crecimiento de la economía, según diferentes mesas de análisis económico, podría estar entre 2,5% y 2,8% en 2026, ligeramente superior al de este año, que, de acuerdo con las proyecciones del Banco de la República, podría estar entre 2,6 y 2,7%.
Pese a que estos no son malos resultados, dentro del contexto de crecimiento de América Latina, los analistas advierten, sin embargo, que hay dos factores que están poniendo en riesgo ese panorama relativamente positivo.
Especialmente, la inflación, que sigue sin poder controlarse, y el alto gasto público, que, después de la reciente caída de la reforma tributaria, representa un hueco de más de $16 billones en el presupuesto del Estado.
En materia de crecimiento, los resultados presentados en los últimos meses por el Dane han ido elevando las expectativas frente a las proyecciones que se tenían.
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En el tercer trimestre del año, según las cifras de la entidad, la economía del país creció un 3,6%, un mejor resultado del que habían previsto la mayoría de analistas.
En la composición de este crecimiento fue en donde las cifras no fueron tan alentadoras, pues administración pública y defensa jalonaron el crecimiento, mientras que otros sectores claves de la economía, como la construcción y la industria manufacturera, no presentaron números tan positivos.
Pese a esto, los analistas prevén que la tendencia positiva continúe.
Para la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) podría llegar incluso a 3,2% en 2026, mucho mayor del que se presupuestaba hace unos meses.
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Para la entidad, el impulso económico está explicado por el fortalecimiento del consumo y sectores como comercio, transporte, alojamiento y comidas (CTAC), agropecuario y entretenimiento continúen posicionados como los principales motores de crecimiento.
Aunque un poco menos optimista, BBVA Research también prevé un crecimiento de al menos 2,8% en el próximo año.
“Colombia está entrando en un proceso muy interesante y es que se está acelerando el crecimiento. Tenemos unos datos recientes que muestran una economía que se está dinamizando, pero al tiempo tenemos unos desequilibrios que están ahí, temas de inflación y gasto público”, explicó Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research.
Precisamente en esos dos factores es en donde están los principales temores.
En materia de inflación, el más reciente reporte del DANE mostró que para noviembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó un crecimiento anual de 5,30%.
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Aunque hubo una reducción significativa frente a octubre, cuando se ubicó en 5,51%, aún está muy lejos del 3%, que era la meta inicial del Banco de la República para este año.
Esto se debe a que, durante buena parte de este semestre, la inflación cambió la tendencia que traía hacia la reducción y empezó a crecer de nuevo. El incremento significativo que se prevé tendrá el salario mínimo para el próximo (podría ser del 11% según lo que vaticinó el ministro del Interior, Armando Benedetti) no contribuiría a este esfuerzo de luchar contra la inflación.
El análisis que hace Bancolombia para el próximo año no es tampoco positivo: calcula que cerrará 2026 en 5.0%, una cifra muy parecida a la que se estima con que cerrará este año. BBVA habla de 4,5%.
A esto se suma el alto gasto público, manifestado en un hueco fiscal que se calcula en por lo menos $16 billones y que el Gobierno no parece poder superar luego del hundimiento de la reforma tributaria en el Congreso.
Esos dos factores, inflación y gasto público, obligan al Banco de la República, por ejemplo, a ser muy prudente y no continuar reduciendo las tasas de interés, lo que a la larga lleva a que la economía no crezca más.
“Un problema estructural será el tema fiscal que se ha venido exacerbando en los últimos años, es muy importante que el país sea más consciente del reto tan grande que se requiere en materia de disciplina fiscal para lograr la sostenibilidad de la deuda y, por tanto, habrá un reto en materia efectivamente reducción de gasto”, explicó José Ignacio López, presidente del centro de estudios económicos ANIF.
Así, aunque el panorama no es negativo para el próximo año, si no se enfrentan esos factores negativos, a largo plazo la línea que tendencia que ahora apunta hacia arriba podría terminar dando la vuelta.
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