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Con el debate instalado en el escenario bursátil colombiano por cuenta de las ofertas públicas de adquisición (OPA) que lanzó el Grupo Gilinski mediante algunas de sus subsidiarias para hacerse al control de un porcentaje de las acciones de los grupos Nutresa y Argos, EL COLOMBIANO fue anfitrión este jueves del foro “Las OPA y el mercado de valores colombiano”, un espacio de discusión y conversación pensado para que sus audiencias, a través de los puntos de vista de siete expertos, entendieran, interpretaran y pudieran asumir posturas claras acerca de esta coyuntura.
El foro, en palabras del moderador Camilo Silva, cofundador y gerente de Valora Analitik, ofreció herramientas y respuestas adicionales respecto a un asunto que ha generado ruido tanto para los accionistas mayoritarios pero en especial los minoristas de las empresas involucradas, como en inversionistas, autoridades de vigilancia y control, en los ámbitos de gobierno local, regional y nacional y en la sociedad en general, dada la trascendencia y la trayectoria que tienen estos conglomerados.
El foro estuvo dividido en dos conversaciones. En la primera parte se abordó el contexto de las OPA en el país, cómo se realizan y cuáles son las variables que se discuten en la valoración real de las compañías objeto de la oferta.
Claudia Barrero, socia de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU), explicó que las OPA tienen un componente clave: son públicas, por tanto esto hace que deban estar enmarcadas en un ejercicio de transparencia para que el accionista al cual se dirige la oferta tenga acceso a toda la información disponible por parte del oferente para conocer el alcance de su propuesta.
Barrero aclaró que una OPA puede ser hostil o preacordada. En Colombia, dijo, la mayoría de las que se han hecho son preacordadas, pero este no ha sido el caso de la oferta hecha por el Grupo Gilinski, la cual fue “sorpresiva y sin que se hablara antes con los posibles vendedores”, por tanto se ha considerado hostil.
Sin embargo, el hecho de que sea hostil no la hace ilegal, siempre que el mercado sepa que se ha establecido un acuerdo entre las partes. El comprador interesado debe cumplir una serie de requisitos y el accionista decide si vende o no, sin que medie obligación alguna en su decisión.
“El mayor bien jurídico en una OPA es la transparencia. El accionista debe tener acceso al cuadernillo o el aviso donde se reseña lo que el oferente quiere hacer con su propuesta.
Juan Camilo Restrepo, exministro de las carteras de Hacienda, Minas y Energía, y Agricultura, expresó su molestia por el diálogo extrabursátil que estas OPA han generado y que, en últimas, no hacen más que desorientar a los accionistas respecto a la valoración real de sus empresas.
“En los mercados desarrollados existen consejeros bursátiles que le toman el pulso al valor real de las empresas y es con esa información que los accionistas toman decisiones: venden o se abstienen. Pero hoy tenemos un mercado mal informado”, dijo Restrepo.
El exministro y la socia de PPU coincidieron en resaltar lo ocurrido en la Unión Europea, donde se han reglamentado las OPA por empresas gravemente afectadas por coyunturas, y que así no se aprovechen las circunstancias para presentar propuestas leoninas.
Una posición similar tomó Mauricio Saldarriaga, socio director de Inverlink, quien comentó que la coyuntura actual es excepcional y ha generado volatilidad en los mercados y en el tipo de cambio, iliquidez inusitada, tasas de interés bajas. En Latinoamérica, especialmente, los mercados se han visto muy afectados con grandes depreciaciones en las valoraciones de las empresas.
En su opinión, el país urge de tener una regulación similar a la que tienen otras naciones que evitan que se lancen OPA por cualquier valor sin tener en cuenta el contexto de los mercados.
Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, calificó como “ineficiente” el desempeño de la Bolsa de Valores de Colombia –BVC– y mencionó que, por ejemplo, es “absurdo” que la valoración de holdings como Nutresa y Sura sea inferior al que resulta de sumar el valor de cada una de las empresas que los conforman.
“Me sorprende que no se hubiesen lanzado estas OPA antes. La diferencia de un valor a otro es de casi la mitad”, afirmó Toro, quien agregó que el desempeño de los mercados de valores no es un fenómeno exclusivo de Colombia y se extiende a toda la región latinoamericana, dado que la inversión se ha concentrado en Estados Unidos.
“Los mercados emergentes como el nuestro están muy rezagados y hace que las valoraciones de las empresas sean muy divergentes, por tanto los flujos de inversión no llegan. La BVC no ha hecho nada pero tampoco ha sido diferente en otros países de la región, dada su inestabilidad”, apuntó el fundador de Alfa Arena