El trámite de Negociación de Emergencia de un Acuerdo de Reorganización (Near) solicitado por Transportes Saferbo ante la Superintendencia de Sociedades no prosperó, por lo que la empresa antioqueña salió de circulación e inició el proceso para liquidarse.
Hace un año, para justificar el proceso de reorganización, la compañía mencionó que desde 2020 enfrentó problemas críticos debido a circunstancias que se pueden considerar, como hechos notorios y que desencadenaron en muchos inconvenientes para la correcta prestación de sus actividades comerciales.
En la lista de problemas se enumeraron la pandemia y la emergencia sanitaria, el paro nacional de abril de 2021, un ataque informático sufrido por la compañía en julio de 2022 y los persistentes bloqueos viales.
La estrategia para salir adelante estaba soportada en tres pilares: operativo, comercial y financiero, pues se identificaron varias oportunidades de mejora a nivel interno que podían aportar al incremento de los volúmenes movilizados por la compañía.
En julio pasado, ante la imposibilidad de cumplir algunos de los requisitos para avanzar en la reorganización, se llegó a la conclusión de que la empresa no era viable y se solicitó su liquidación.
A agosto de 2023 los pasivos de Saferbo sumaban más de $26.200 millones, y entre sus acreencias figuraban obligaciones laborales, al igual que otras de tipo fiscal y con proveedores. La intención era cumplir el acuerdo reorganización en un plazo de 12 años.
Sin la posibilidad de pagar deudas, Saferbo deja de rodar, cerrando 12 centros de distribución en el país y sacando de circulación una flota de 393 vehículos propios.
$26.230
millones sumaban los pasivos de Saferbo a agosto de 2023, según la Supersociedades