Los transportadores del sistema público colectivo —en el Valle de Aburrá— comunicaron que su negocio no se ha podido reactivar al 100% tras la época más dura de la pandemia. Juan Gonzalo Merino, presidente de Asotransva, indicó que la operación está a un 75% frente a 2019. Por ello, realizarán un congreso en el que se estudiarán posibles soluciones.
El gremio indicó que enfrentan varios problemas. El primero tiene que ver con la caída de los ingresos. Según sus cuentas, antes de la covid-19, los buses públicos movilizaban hasta 879.000 pasajeros por día. Sin embargo, actualmente los usuarios, si acaso, llegan a 650.000.
Lo anterior, según Asotransva, obedece a que los pasajeros, que en su mayoría son de estratos 1,2 y 3, han cambiado sus comportamientos: el 44% de los que utilizaba el servicio lo hacía por razones de trabajo y “muchos de estos se quedaron en la modalidad de trabajo virtual y otra gran mayoría ha optado por invertir más dinero en un transporte público individual, como taxi o Uber debido al temor que quedó producto de la pandemia”.
Esa caída en el flujo de clientes ha implicado una merma casi del 24% en el dinero que entra a la caja. Aquí vale mencionar que, en 2019, los transportadores en el Valle de Aburrá facturaban $2.100 millones al día y en la actualidad recaudan $1.600 millones.
“A este fenómeno, se le suma qué hay unos 650 buses que están sin poder operar, debido a falta de personal e incluso el incremento de los precios de los repuestos para reparar los vehículos. Por esa razón, termina siendo casi imposible responder a la solicitud de los gobiernos de renovar el parque automotor que hoy por vehículo cuesta unos 120 millones de pesos más que hace dos años y sin ningún alivio por parte del gobierno que permita facilitar la financiación de los mismos”, resaltó Asotransva.
Recientemente, los transportadores le enviaron una petición al Gobierno entrante para que estudie posibles medidas de auxilio ante el incremento de los combustibles, que entre enero de 2021 y julio de este año aumentaron cerca de 13%, lo que equivale a un poco más de $1.000 por galón, siendo este el gasto que más pesa en la canasta de costos y amenaza a los propietarios.