Este miércoles Ecopetrol recibió una noticia agridulce de parte de Moody’s, una de las tres principales calificadoras de riesgo.
La firma le mantuvo la calificación crediticia a la petrolera estatal en Baa3 (una nota satisfactoria, aunque no buena) y también le sostuvo la perspectiva negativa.
Hasta aquí no hay novedades, pero la noticia vino en la evaluación de riesgo crediticio base, que bajó de ba3 a ba1.
En palabras simples, de tres materias que se analizaron, Ecopetrol siguió igual en dos, pero empeoró en una, que no es tan grave, pero sí le dice que están mirándola de cerca en aspectos potencialmente perjudiciales.
Según Moody’s, las evaluaciones del riesgo crediticio base “son esencialmente opiniones sobre la probabilidad de que un emisor (empresa) requiera apoyo extraordinario para evitar el incumplimiento de una o más obligaciones de deuda o incurrir en incumplimiento efectivamente de una o más de sus obligaciones de deuda en ausencia de dicho apoyo extraordinario”.
En el caso de la compañía estatal, la calificadora describió que su decisión obedece, primero, al tiempo prolongado que esta se ha tomado para refinanciar cerca de US$5.100 millones en deuda con vencimiento en septiembre de 2023.
En segundo lugar consideró las prioridades energéticas y ambientales del nuevo gobierno de Gustavo Petro.
Estas, dijo, “pueden incluir cambios como restricciones a la exploración y producción basadas en fracturamiento hidráulico en Colombia; limitaciones a nuevas concesiones o permisos para la exploración petrolera; y nuevos impuestos a la industria del petróleo y el gas, según la propuesta de reforma tributaria”.
Para Ómar Suárez, gerente de Estrategia Renta Variable de Casa de Bolsa, si bien lo más importante es la calificación y perspectivas de estas firmas, el empeoramiento en la evaluación de Ecopetrol es una alerta.
En línea con lo expuesto por la agencia, dice él que el mercado está siguiendo muy de cerca qué pasará con el fracking y con el impuesto a exportaciones petroleras de alto valor que quiere incluir la tributaria.
Además se está a la espera de los cambios que vendrán en la junta directiva de la petrolera, si Felipe Bayón sigue como presidente y cuál será la política de dividendos con el nuevo Gobierno.
No obstante, Suárez recordó que generalmente las calificadoras no toman decisiones sobre riesgos potenciales, sino cuando se toman decisiones.
Es decir, lo que podría mover la aguja es la aprobación de proyectos de ley como el que busca prohibir el fracking, y la reforma tributaria.
Mientras tanto, Moody’s apuntó que la perspectiva de la calificación de Ecopetrol se estabilizaría si la empresa pudiera refinanciar los próximos vencimientos de deuda de manera oportuna y que es poco probable que la calificación mejore en los próximos doce meses.
Los riesgos que la firma ve son una restricción de liquidez para Ecopetrol, una reducción significativa y sostenida de las reservas o un empeoramiento en la calificación del Gobierno de Colombia, dueño de la empresa.
Vale mencionar que en el primer semestre la petrolera cerró con una utilidad récord de $17 billones, más alta incluso que la que obtuvo en todo el 2021.