Las cuentas del Ministerio de Trabajo con corte a julio indican que a causa de la pandemia la cifra de colombianos bajo la modalidad de trabajo en casa o teletrabajo pasó de 122.000 a cerca de 4 millones.
En ese mes, una encuesta de la agencia de relaciones públicas Burson Cohn & Wolfe (BCW) Colombia a 400 personas, indicaba que para ocho de cada diez trabajadores en el país estos modelos debía seguir aún después de la emergencia.
Con un gusto creciente por esta tendencia, hoy, para los que continúan ejecutando sus labores de manera indefinida desde el hogar o ya tienen presente que en definitiva esta será su nueva forma de trabajar, existe la posibilidad de invertir para tener un espacio de trabajo personalizado y volver esta una experiencia satisfactoria, pero lo que indican expertos consultados con EL COLOMBIANO es que el primer paso es tener presente si las tareas laborales desde casa persistirán en el largo plazo.
Por ejemplo, Alfonso Álvarez, director de la Asociación de Propietarios, Arrendatarios y Administradores de Propiedad Horizontal (Asurbe) dice que si lo que se busca es adaptar un espacio en el hogar como oficina, lo ideal es analizar la relación costo-beneficio. “Hay que evaluar si vale la pena hacer esta inversión, si más allá de la empresa en que labora, en el largo plazo desea continuar con esta modalidad bien sea en otra compañía o trabajando por cuenta propia”, afirma.
Lo indispensable
Partiendo de este análisis, Rafael Uribe, director Administrativo y de Gestión Humana de la Cámara de Comercio de Medellín, anota que para acoplar una zona en el hogar se debe tener un espacio amplio y cerrado para mejorar la concentración, con una iluminación que en lo posible sea natural entre por la parte posterior.
Uribe califica como primordiales un apoya pies para esta tarea, que en un sitio como MercadoLibre fluctúa entre los 40.000 y 90.000 pesos, aunque aconseja que también se puede apelar al ingenio y utilizar libros para que los pies queden “más altos” y así evitar dolores de espalda en jornadas de trabajo.
También recomienda la compra de una pantalla adicional a los portátiles que dotan las empresas, como método para mitigar la fatiga visual, que en plataformas electrónicas pueden costar desde 250.000 pesos en adelante, dependiendo de factores como marca, definición o si son nuevas o de segunda.
Todo depende...
Álvarez destaca que aunque todo varía dependiendo el tipo de funciones de cada empleado y su presupuesto, otra alternativa a evaluar son lámparas para quienes tienen jornadas que se extiendan hasta la noche, así como un escritorio que permita tener el equipo de cómputo a la altura de los ojos, lo que en conjunto puede tener un precio de unos 500.000 pesos
Eso sí, detalla el directivo de Asurbe que si se va más allá y lo deseado es una reforma interna que requiera instalaciones o modificaciones de infraestructura por parte de un arrendatario, esta debe socializarse con el arrendador, para luego consultar con un arquitecto su pertinencia.
Entre tanto, anota Donna Barreto, gerente de recursos humanos de PayU, otras inversiones que deben contemplarse en el presupuesto para una oficina en casa son una silla reclinable o acolchada que contribuya a una buena higiene postural, un teclado adicional para el portátil, e incluso un planeador que permita fijar momentos de desconexión que son “importantes en esta época”.
Al final, Uribe resalta que “valen la pena” estas inversiones si lo que se busca es comodidad y una buena experiencia de trabajo desde el hogar.