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La tendencia de vivir en apartamentos de menos de 30 m²
En la última década se construyeron en el país 10.597 viviendas con un área menor a
30 metros cuadrados.
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Los microapartamentos se convirtieron en tendencia. Los buscan especialmente personas jóvenes que viven solas. Son una buena opción para invertir. FOTO ShutterStock
16 de agosto de 2021
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A Colombia aún no han llegado los microapartamentos de 9 metros cuadrados que están ofreciendo algunas inmobiliarias en Japón, con gran acogida entre los jóvenes de entre 20 y 30 años –son el 80 % de los inquilinos–, como reportó la BBC el 22 de julio. Sin embargo, no estamos muy lejos: ya en Bogotá hay proyectos con microviviendas de 18 metros cuadrados, consolidándose una tendencia que se ha instaurado en el país desde hace una década, pero que ha tomado un auge inusitado en los dos años más recientes.
Lo señala Juan Sokoloff, director de Analítica de Habi, la plataforma tecnológica de búsqueda de vivienda: “Durante los últimos diez años se han construido en el país 10.597 apartamentos de menos de 30 metros cuadrados. De estos, el 35 % fueron entregados en los últimos dos años. Adicionalmente, en los próximos tres años se edificarán 20 % más de proyectos con estas características que en años anteriores”.
De acuerdo con el experto, las constructoras han encontrado un nicho interesante con una alta demanda en las zonas cercanas a los centros de negocio de las ciudades principales y en los alrededores de los campus universitarios.
“Este tipo de proyectos se han vuelto más populares debido a la reducción del tamaño de los hogares. Esto se puede probar con la revisión de los últimos censos: del 2005 al 2018 se pasó de tener en promedio 3.9 personas por hogar a 3.1”, acota Sokolof.
En el informe Comportamiento de la vivienda en Colombia. Nueva, usada y en arriendo, durante el primer trimestre de 2021, el cual fue publicado por el portal inmobiliario ciencuadras.com, las viviendas entre 30 y 50 mts2 estuvieron entre las cuatro búsquedas principales de vivienda nueva, usada y en arriendo, tanto en Bogotá como Cali y Medellín, con precios promedios de $320 millones en nueva, $145 millones en usada y $800 mil en arriendo, para el caso de la capital antioqueña.
Estos microapartamentos se incluyen en una macrotendencia denominada el microliving o los microambientes, que en el entorno internacional también es conocida por las tiny houses, particularmente en Europa, Estados Unidos y Canadá, como aporta Rigoberto Celis, director de proyectos de Sip Panel, quien como lo señaló en marzo la revista Propiedades de EL COLOMBIANO, lleva años trabajando un sistema de construcción modular que es perfecto para la tendencia actual de construcciones de no más de 40 metros cuadrados que contienen todas las necesidades básicas de una familia.
“La dinámica en Colombia es que cada día la gente joven está pensando en endeudarse menos, no tener familia, escasamente una mascota, y viajar lo que más puedan. En términos de demanda hay varias empresas que se están posicionando en este tipo de vivienda, con proyectos en aprobación, sobre todo en Antioquia y en Cundinamarca, con viviendas de 32 a 42 metros cuadrados, con toda la tecnología actual y energía solar. Estas casas permiten ampliarse fácilmente por si los propietarios agrandan su familia o tienen mejores ingresos”, afirma Celis.
“Un mercado sin atender”
Para Eduardo Loaiza, gerente de Camacol Antioquia, el microliving es una tendencia mundial que está sin atender en la región, especialmente en Medellín, ciudad que está “en mora de generar una oferta” que responda a ella.
No en vano, de acuerdo con Markus Elmer, codirector de Asesoramiento Residencial y Asesoramiento de Inversiones de la firma Cushman & Wakefield, una empresa global de servicios inmobiliarios comerciales, “se espera que alrededor de 500 proyectos de desarrollo con 50.000 apartamentos para estudiantes y negocios se completen en Alemania para 2025, lo que duplicaría el inventario actual de propiedades privadas en esta clase de activos. Eso es porque la covid-19 no tiene influencia en las principales tendencias demográficas y de estilo de vida. El número de hogares solteros está aumentando. Las terminaciones de construcción ya son insuficientes para satisfacer la demanda de apartamentos de una y dos habitaciones en las principales ciudades”, según se lee en una declaración hecha a su sitio web en abril de 2021.
En el caso local, Loaiza argumenta que “no es porque falte demanda ni exista un desinterés del sector privado, sino porque la reglamentación está retrasada. Como gremio le hemos solicitado al Municipio y al Concejo que apruebe lo expedido en el Plan de Ordenamiento Territorial en 2014, en el cual solicitamos que se incluyera una nueva categoría de vivienda de unidad habitacional, más que de unidad familiar”.
La pretensión, aclara el directivo gremial, no es la de crear áreas demasiado pequeñas para que sean habitadas por familias, ya que “hay instrucciones claras al respecto por parte del Gobierno Nacional y el Ministerio de Vivienda”, pero en el mundo existe una tendencia y una necesidad de generar viviendas para un solo individuo.
Diferente a apartaestudios
Cualquiera podría decir que los microapartamentos son lo mismo que los tradicionales apartaestudios, que también tienen áreas menores, pero Federico Estrada, gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, aclara que no es así.
“El microliving hace referencia a apartamentos pequeños bien ubicados, con una área inferior inclusive a la de un apartaestudio. Se destaca que los edificios cuentan con servicios compartidos de lavandería, zonas de esparcimiento y trabajo, entre otros. Son proyectos que normalmente son comercializados a inversionistas que los ponen en arrendamiento y tienen asociado una gestión de los espacios compartidos”, enfatiza Estrada.
El gerente de la Lonja coincide con Loaiza en que se requiere una reglamentación para esta tipología de viviendas, pues “seguramente esta será una tendencia que veremos cada vez más”.
La firma Arconsa está desarrollando un proyecto de microapartamentos en el municipio de Bello. Su arquitecto, Germán Vargas, comenta que la idea en estos desarrollos, más que ofrecer viviendas de áreas pequeñas, es generar ecosistemas con áreas comunes compartidas como la cocina, la lavandería – “un concepto muy gringo pero que en nuestro entorno comienza a tener coherencia”– o el coworking, por ejemplo, entendiéndolo como una “residencia inmobiliaria” dirigida a un nicho de mercado “que necesita atención”.
“Buscamos reunir a un segmento de profesionales jóvenes, recién egresados, parejas sin hijos o solteros que quieren vivir en una ubicación estratégica donde tengan acceso fácil al transporte público y encuentren cerca servicios de salud, entretenimiento, academia, porque tampoco les interesa tener vehículo propio”, sugiere Vargas.
Otro atractivo de estos microapartamentos, en sus palabras, es que se convierten en una opción interesante para determinados grupos poblacionales de acceder a su primera vivienda en zonas estratégicas que, con un mayor metraje, se volverían inalcanzables para su presupuesto. Por ejemplo, dice, “un microapartamento en El Poblado le costaría lo mismo que un apartamento con el doble del área en Sabaneta”.
Así las cosas, los microapartamentos son una tendencia a la que hay que seguirle la pista
70 %
de los microapartamentos en Colombia se arrienda, según Camacol.
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