El 2025 empezó con una noticia positiva para la economía colombiana: el gasto de los hogares siguió en terreno positivo. Según el más reciente informe de Raddar, en enero los colombianos gastaron $93 billones, un 6,33% más que en el mismo mes del año pasado.
Sin embargo, en términos reales, el crecimiento fue de apenas 1,05%, lo que muestra que el consumo se expandió, pero a un ritmo más moderado.
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Este comportamiento es típico del inicio de año, cuando los hogares ajustan sus presupuestos tras el fuerte gasto de diciembre y enfrentan aumentos en tarifas de transporte, educación y arriendos.
Un arranque de año con más gasto, pero menos aceleración
Uno de los factores que impulsó el consumo en enero fue el crecimiento del crédito. La colocación crediticia subió 17,7%, con un aumento del 47,1% en los préstamos hipotecarios y del 43% en los créditos de consumo.
Esto sugiere que, a pesar de la cautela, los hogares siguen usando el crédito como una herramienta para financiar sus compras.
Además, el salario mínimo real tuvo un aumento del 4,06% en su capacidad de compra, aunque el ingreso por ocupado cayó 3,2%, lo que indica que no todos los trabajadores sintieron ese alivio en su bolsillo.
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Aunque el gasto creció en todos los niveles socioeconómicos, los hogares de ingresos medios siguen sin recuperar su ritmo de consumo.
Mientras que los hogares de menores ingresos han sentido alivio por la desaceleración en los precios de los alimentos, y los de ingresos altos han aprovechado menores tasas de interés, los de clase media aún enfrentan restricciones en su poder adquisitivo.
Inflación estable, pero con riesgos latentes
La inflación anual se mantuvo en 5,2% por tercer mes consecutivo, pero los alimentos volvieron a presionar el bolsillo de los colombianos.
En enero, los productos que más subieron de precio fueron las hortalizas y las gaseosas, estas últimas impulsadas por el alza en el impuesto a las bebidas azucaradas.
El transporte público también registró un aumento del 3,49% mensual, debido a los ajustes anuales en tarifas.
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Aunque la inflación de bienes regulados sigue a la baja, los costos de producción han empezado a subir, lo que podría trasladarse a los consumidores en los próximos meses.
El informe de Raddar también destaca un cambio en el comportamiento de los consumidores: los hogares buscan cada vez más calidad y durabilidad en sus compras.
El tradicional “cazador de promociones”, que aprovechaba descuentos, ha cedido terreno al “cazador de valor”, un perfil de comprador que prioriza la relación calidad-precio y busca compras más estratégicas.
¿Qué esperar para los próximos meses? El consumo de los hogares sigue en expansión, pero con señales de desaceleración. La evolución del crédito, las tasas de interés y el comportamiento de la inflación serán claves para determinar si la tendencia positiva se mantiene en los próximos meses.
