El precio del pan podría verse afectado por los bloqueos que se están registrando en las vías de Colombia, así lo hizo saber Fedemol, gremio que reúne a los molineros del trigo, quienes producen la harina utilizada en la industria panificadora.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Pilar Ortiz, directora de esta agremiación, indicó que el 50% de este cereal se trae desde Canadá y llega a través del puerto de Buenaventura. El problema se está presentando en el desplazamiento terrestre hacia las plantas de procesamiento ubicadas en el interior del país.
Explicó que este es un producto perecedero que al estar varado en carretera pierde calidad o se daña, situación que complica el panorama que se vive por la guerra entre Rusia y Ucrania, dos productores clave para satisfacer la demanda mundial, cuya oferta se ha visto afectada en medio del conflicto.
La preocupación crece entendiendo que el pan es un producto de la canasta básica y no tiene sustituto, por lo que un consumidor de bajos ingresos no podría maniobrar como, por ejemplo, lo hace con las proteínas de origen animal, que muchas veces son reemplazadas con huevo.
Trabajo pesado
La directora de Fedemol hizo notar que los bloqueos viales llegan mientras la industria molinera sigue luchando contra diversos factores que empujan los precios hacia arriba.
“El trigo es una materia prima mundial que se negocia en las bolsas de valores y Colombia no tiene ninguna incidencia en ese precio porque no es un país productor. Ese precio ha estado muy volátil debido al conflicto de Rusia y Ucrania”, señaló Ortiz.
En ese sentido, detalló que entre febrero y junio del año pasado (periodo inicial de la guerra) hubo una fuerte turbulencia en el mercado, dado que asegurar el trigo se volvió una tarea titánica mientras disminuía la oferta global y los países buscaban garantizar sus inventarios.
De hecho, los futuros del trigo en aquel lapso se dispararon 91%, pues en enero de 2022 el bushel de 25 kilos se negociaba en US$758 y en marzo alcanzó un pico de US$1.425.
“Comprar trigo a nivel mundial es toda una complejidad, pero nuestros molineros se han vuelto expertos en adquirir el de mejor calidad y en tener esas negociaciones internacionales para poder acceder a él. Eso ha permitido que Colombia en ningún momento esté desabastecida (...) cuando estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania; en esa época en que otros países tuvieron problemas, la industria molinera hizo su mejor esfuerzo, por eso nunca estuvimos desabastecidos”, resaltó.
La construcción de confianza con los proveedores internacionales del trigo ha facilitado la llegada del insumo. Y teniendo en cuenta que EE. UU. y Canadá son socios clave en esta cadena, le consultamos a la directora si, eventualmente, la renegociación de los tratados de libre comercio podría afectar la relación.
Vale mencionar que el presidente Gustavo Petro declaró que quería ajustar estos acuerdos, argumentando que Colombia debería reanimar la producción de materias primas como el maíz y, con base en ello, generar empleos en el sector agrícola.
En ese sentido, la directora de Fedemol enfatizó en que Colombia tiene acceso a uno de los mejores trigos del mundo, despachados por Canadá y Estados Unidos, existencias ingresadas al país con un impuesto aduanero del 0%.
“Al no tener arancel, tengo un precio favorable para el trigo, Si hubiera algún tipo de renegociación de los tratados de libre comercio, efectivamente se afectaría al sector”, expuso.
“Ahí —dijo— es muy importante aclarar que los tratados de libre comercio se negocian entre dos partes, entonces para llegar a alguna modificación, las dos partes deben estar de acuerdo. Y por ahora, el gobierno de EE. UU. ha dicho que no tiene interés en revisar el TLC”.
Dólar y viajes marítimos
El precio del pan en Colombia cerró el año pasado con una inflación del 30,6% y los productores absorbieron todos los choques internacionales que incrementaron la cotización del trigo.
Dos fuerzas clave que presionaron el precio fueron el precio de los fletes marítimos, que aumentaron más del 100% debido a la escasez de contenedores en los puertos durante la reactivación tras la pandemia; y el precio del dólar, que en Colombia se fue a las nubes en 2022, alcanzando un valor histórico de $5.061.
Actualmente, el trigo cotiza sobre los US$577 y su efecto sobre el pan se ha venido aliviando. Sin embargo, como se mencionó al principio, los bloqueos en las vías pueden afectar nuevamente los precios.
Hay otra situación amenazante: la sequía afecta el tránsito de los buques en el Canal de Panamá y cada día de retraso cuesta un valor adicional a los importadores. A pesar de esto, las expectativas para 2024 apuntan que el mercado se siga normalizando.
“Aspiramos a que el 2024 tenga un panorama más alentador desde el punto de vista inflacionario porque ha sido un tema muy complicado para la categoría de alimentos, especialmente para nuestros panaderos de barrio que han visto como se les reduce el consumo en algunos sectores”, puntualizó Ortiz.