El proyecto de reforma tributaria que presentará este lunes, primero de septiembre, el Ministerio de Hacienda al Congreso abarcaría varias modificaciones al régimen impositivo, cuyo propósito es recaudar $ 26,3 billones y con esos dineros apalacar el Presupuesto General de la Nación para el año 2026, aforado en $556,7 billones.
En diversos pronunciamientos y escenarios el jefe de la cartera económica, Germán Ávila, ha dado algunas “puntadas” de lo que incluiría el texto que es clave de la financiación de gastos e inversiones de los últimos meses del gobierno de Gustavo Petro.
Para el representante a la Cámara por el Centro Democrático, Óscar Darío Pérez, el inventario de la propuesta de reforma tributaria inicia con el impuesto permanente de 19 % a las apuestas en línea. Desde meses atrás esta actividad ya carga con este tributo, lo que ha generando una disminución de más del 30% en el recaudo de los recursos para la salud.
Otra idea sería aumentar los impuestos a licores, cigarrillos y cervezas. “Ese IVA que hoy es del 5%, si se aumenta al 19%, significaría que el Gobierno se lo va a quitar a los departamentos porque hoy es de esos entes territoriales. Hoy ese IVA hace parte de las rentas de los departamentos”, detalló el congresista, quien sugiere que con ese cambio ese impuesto no seguiría en manos de los departamentos.
Otro impuesto sería al carbono, que aterrizaría directamente en un mayor valor de la gasolina, así como del acpm y del combustible para aviones.
En la mira estarían los mayores impuestos a las ganancias ocasionales que hoy son del 15% y que pretenderían elevarse al 20% o al 25%. ¿Quiénes pagan las ganancias ocasionales? “El que vende una casa, y el valor se compara con el precio de venta con el monto de la declaración de renta y a eso le aplican el 15% hoy, o el 20% o el 25% si pasa esa reforma” anotó Pérez.
Este impuesto también se aplica a herencias, legados, donaciones, o a quienes se ganan una lotería o un chance.
La lista incluiría ajustes a los llamados impuestos saludables aplicados a bebidas azucaradas (gaseosas, infusiones, té, café, lácteos, yogures, leches procesadas, quesos, quesitos, mantequilla). Además, los productos de panadería, carnes frías, salchichas, salchichones y jamones.
El representante recordó que esos productos ya tienen un 20 % lo que no se sabe es cuánto más lo quieren subir. “Ese es un IVA disfrazado”, enfatizó.
Desde la perspectiva del parlamentario antioqueño, pese a que el Ministerio de Hacienda aseguró el viernes que no se tocará el IVA de los productos exentos y excluidos de la canasta familiar, sí se afecta el bolsillo de las familias con los impuestos al consumo.
El paquete tributario traería una estampilla para las enajenaciones de propiedades de más de 800 millones de pesos; y otros conceptos como aumentar el impuesto sobre la renta de las personas naturales.
¿Y qué más puede incluir esa reforma? “Pues grabar todas las operaciones de rentas de capital. Todo el que reciba dividendos, así sea un peso, le pueden clavar el 20 %. Todo el que reciba un arriendo tendría un 20 %. El que reciba intereses porque tiene un CDT, cualquier cosa, eso es meterle la mano al bolsillo a los pobres. Esa es la reforma tributaria. Para llegar a recaudar $26,3 billones, tienen que tocar a todo el mundo. La del año pasado era de $12 y no pasó, ¿cómo sera la de $26,3 billones?”, concluyó el congresista.
Golpe tributario a clase media y microempresarios
Por su parte el exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, comentó que el anunciado proyecto de reforma tributaria no tiene ni pies ni cabeza.
“Y no tiene ni pies ni cabeza porque estamos frente, más bien, a un presupuesto desbordado, en donde la gente no encuentra justificación alguna para que haya una intervención tributaria que termine afectando a las clases medias de nuestro país con eliminación de beneficios y exenciones en IVA y también en impuestos saludables que afectan el consumo de muchos colombianos”, dijo.
Restrepo añadió que tampoco tiene sentido que el microempresario se vea afectado por un impuesto al carbono y por otras modificaciones tributarias que terminarán generando que la tasa efectiva de tributación sea significativamente mayor.
“Pero mucho menos en un escenario en donde el gobierno no tiene ya control ni de deuda pública ni de déficit fiscal. Quiere decir entonces que genera preocupación ya ad portas de conocer en qué consiste esa reforma tributaria, de nuevo una reforma que va en contra de vía de los ciudadanos y de los microempresarios”, expresó el exministro.
Incertidumbre por las cuentas del Gobierno
En ese sentido, el tributarista Julio César Leal, apuntó que la mayor preocupación para los economistas es el equilibrio fiscal. “La aplicación de la regla fiscal es un invento poco ortodoxo, realmente desde mi punto de vista no sirve porque es manipulada políticamente”.
Señaló que no hay cálculos serios que tengan en cuenta no solo el crecimiento real de la economía, el pésimo presupuesto que se hace sin atender recomendaciones sobre gasto de inversión y no de funcionamiento.
“Todos los gobiernos omiten esas recomendaciones y es porque el Congreso también hace política con el presupuesto porque son los mismos congresistas de las comisiones económicas que ni economistas son para recomendar temas económicos. El equilibrio fiscal está relegado y el esfuerzo está mal repartido, mientras los políticos gastan sin medida los ciudadanos se aprietan con la carga fiscal desmedida. Lo más grave es la pérdida de competitividad internacional, tasas de tributación efectivas por encima de le 70% mientras por ejemplo EE. UU. Empieza a bajar sus tarifas de renta porque son conscientes que la inversión extranjera es fundamental”, puntualizó Leal.