Es una miniatura y... carece de orejas. Eso reportaron científicos que la descubrieron durante una expedición a la Serra da Neve Inselberg, el segundo pico más alto de Angola.
Un sapo pigmeo, que fue denominado Poyntonophrynus pachnodes (del griego congelado) en alusión a las temperaturas frías de esta altura de 1.500 metros.
Se diferencia de sus cercanas parientes porque carece de orejas, aunque hay sapos más alejadas en parentesco que tampoco las tienen.
En la expedición de tres semanas los científicos recogieron varios especímenes de anfibios y reptiles.
Los hallazgos fueron presentados en ZooKeys. Para clasificar la especie se basaron en análisis de secuencias de ADN, además de tomografía computarizada de alta resolución para ver los esqueletos y determinar la pérdida de orejas.
Se precisó que carece las partes internas y externas del oído de otros sapos. El análisis genético mostró que este pigmeo evolucionó recientemente de un ancestro que tenía oreja completamente formadas.
La mayoría de especies de sapos pigmeos africanos se encuentran en sitios áridos del suroeste, entre Angola y Namibia, siendo que casi todas las otras especies prefieren sitios húmedos de las selvas tropicales bajas o selvas montanas frescas.
Esta especie nueva solo mide 31 milímetros y su color es bronce. Vive entre las rocas y hojas en los bosques secos y abiertos de Serra da Neve.
